Probablemente sea uno de los equipos con más ganas de que finalice la temporada. Con la soga en el cuello prácticamente todas las semanas desde que comenzó la competición, ahora ve la luz al final del túnel. Parecía que la dinámica de los últimos años iba a cambiar con el fichaje de Cesare Prandelli, pero el italiano no logró los resultados esperados. Voro había sido utilizado en varias ocasiones para poner parches, pero esta vez se hizo cargo del equipo hasta final de temporada y con él en el banquillo el equipo ha mejorado sus resultados y su actitud en el césped. Además, ahora la afición también está con sus jugadores.

el chip

El cambio de mentalidad de Voro con la plantilla del Valencia tuvo su mejor recompensa durante la última jornada intersemanal. El conjunto che venció en casa al Celta en un apasionante partido que decidió Carlos Soler marcando el 3-2 a poco del final. Con esos tres puntos los locales se han colocado en la duodécima posición. Puede parecer un hecho anecdótico, pero es la mejor clasificación del equipo desde que comenzó la temporada. Una muestra más de que las aguas corren revueltas por el Turia durante los últimos años. Por eso hoy llegará a Los Cármenes una plantilla con la moral alta y con ganas de sumar de nuevo de tres en tres.

el cerebro

La confianza y tranquilidad que aporta Voro le ha permitido recurrir en los últimos partidos a los jugadores de la cantera del Valencia. De hecho, una de las referencias durante esta parte de la temporada está siendo Carlos Soler. El centrocampista, de sólo veinte años, juega con un descaro inusual en un debutante. Se ha echado el equipo a su espalda en más de una ocasión y es la prolongación de Voro y de la afición sobre el terreno de juego. La grada se siente identificada en él. Tiene todos los ingredientes para triunfar. Hambre, confianza, visión de juego, calidad y llegada al área rival. Un diamante en bruto que tienen que pulir en Mestalla.

la medular

Voro ha encontrado en Soler, Enzo Pérez y Dani Parejo la combinación perfecta para el centro del campo. El argentino, ausente hoy por lesión, suma su colocación, experiencia y contundencia al servicio del equipo. Es un trabajador nato y sus compañeros lo agradecen. No se deja un ápice de esfuerzo en ninguna acción y aporta lo que cualquier entrenador quiere para su plantilla. Un líder nato. El canterano es el alma del equipo. De su energía depende el buen hacer del Valencia. Capaz de recuperar y crear a partes iguales. La nota diferente la pone el ex del Madrid. Cuando Parejo está bien el Valencia es diferente.

sangría atrás

Es el punto débil del Valencia durante toda la temporada. Con 53 goles encajados, es el equipo que más balones ha recogido de su portería, sólo por delante de los tres que ocupan los puestos de descenso. Su poderío ofensivo, con gente como Zaza, Orellana, Rodrigo o Nani, hace que ahora pueda respirar con tranquilidad. El chileno le ha dado otro aire a la zona ofensiva del Valencia desde su llegada en invierno y hoy volverá a la que fue su casa. Sin embargo, atrás está el punto débil del equipo.