GRANADA CF

Un equipo totalmente nuevo

  • De los pocos jugadores con contrato y a los que Adams puso a jugar en la recta final, el único que sigue es Rui Silva

  • Ingason y Saunier están en la rampa de salida sólo si hay venta

Ingason, pese a ser propiedad, saldría del Granada en el caso de que el club recupere el millón y medio de euros que costó su fichaje.

Ingason, pese a ser propiedad, saldría del Granada en el caso de que el club recupere el millón y medio de euros que costó su fichaje. / XAVI BONILLA / AGENCIA LOF

La revolución en la plantilla del Granada CF era necesaria: muchos cedidos al equipo, otros que salieron pero no quieren volver, y ventas por decreto, además de bajas por cláusulas liberatorias. La actual escuadra rojiblanca sólo consta de seis jugadores, y no todos ellos van a seguir.

El trabajo de Tony Adams, al menos con lo que respecta a la labor de scouting que hizo con el equipo cuando ejerció de entrenador, se va a quedar en nada. Jugadores a los que el inglés dio confianza en los siete partidos que dirigió para saber si contaba con ellos, defenestrando a otros que por contrato no iban a seguir y que quizás hubieran evitado el ridículo final (que no el descenso), ya no tienen su sitio fijo en el plantel granadinista 2017-2018. El ejemplo más claro es el de Juanan Entrena, el canterano al que Adams otorgó el cartel de pilar del futuro, pero que la nueva dirección deportiva ha devuelto a la realidad. El hueteño se ha visto sin un sitio fijo en el equipo y no continuará. Otra promesa incumplida por el asesor de Jiang Lizhang.

Tras las ventas y rescisiones, en la plantilla hay seis hombres con contrato

Otro jugador con contrato pero que vuelve de cesión es Rubén Pérez, que no va a seguir, más por empeño del sevillano que por deseo de Manolo Salvador. En este caso, el club trataría de sacar dinero a su venta para tener más margen para fichar, pero una buena parte de esa venta iría a parar al Atlético de Madrid, cuando dejó casi gratis el fichaje del astigitano por el Granada, a cambio de obtener cacho de un futuro traspaso. Esa gestión la hizo Pina, no Piru.

El asunto es que ni siquiera aquellos jugadores aún con contrato con los que se contaba cuando terminó la Liga tienen asegurada su permanencia en el Granada. Solo el portero Rui Silva es el único con vinculación al que no se tiene la intención de dar salida, a pesar del fichaje de Javi Varas. Tampoco hay noticias sobre una venta de Saunier, aunque el galo expresara hace meses la intención de revisar su situación en caso de descenso del equipo a Segunda.

Del resto, todos son susceptibles de salir. Estaban claras las marcha de Atzili, ya confirmada y por un millón de euros, y de Carcela-González, que tiene aún mucho cartel y por el que el Granada estaría en condiciones de recuperar la inversión que hizo en él. Sorprende, sin embargo, que Krhin esté en la rampa de salida. Adams le hizo jugar a final de temporada y el esloveno no respondió, pero estaba en la lista de jugadores que continuarían. El de Maribor tampoco quiere quedarse. Faltaba la postura sobre Ingason, que tiene la puerta abierta para irse pero, eso sí, buscando a alguien que pague el millón y medio de euros que le costó a Piru su fichaje. Complicado engañar a algún pretendiente con eso y que suelte esa cantidad pero, quién sabe, el mercado no se abre de forma oficial hasta el próximo sábado.

Tan inseguro es que vayan a seguir los jugadores con contrato en marcha que es posible que sólo pueda permanecer de la temporada pasada, aparte de Rui Silva, el delantero Adrián Ramos, aunque el colombiano sea propiedad del Chongqing Lifan chino, el club nodriza del presidente Jiang.

Una 'limpieza de la era' en toda regla, en la que ni siquiera aquellos con vínculo contractual están en condiciones de seguir. Si subir a Primera División es difícil, más aún si el equipo es nuevo en un porcentaje que rondaría el 99 por ciento.

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