Granada cf

Dos equipos para sola una grada

  • El Granada confirmó ante el Oviedo que le falta que muchos jugadores poco habituales se pongan al nivel de los titulares

  • No animar cuando se está en el estadio para eso esconde algo

El Granada se hace fuerte en casa y se hace fuerte con los sospechosos habituales en el once. Cuando están los que ganan, el equipo va a más y hasta aspira a golear a todo un Real Oviedo. Cuando Oltra mueve el árbol, la cosa se emborrona y queda un cuadro un tanto surrealista bastante indigesto como el choque de Tarragona. Se confirma, pues, que el equipo tiene dos caras y que la segunda unidad tiene que dar mucho más. Solo cumplen con cierta holgura Alberto Martín y el correoso Manaj. Todo ello en una Liga también distorsionada por los derechos económicos derivados del descenso, que hacen que salvo los rojiblancos, Osasuna y Sporting estén arriba. La grada sí ayuda, y debe hacerlo, para que los granadinistas crezcan más. Pero sin bochornos como el de la grada de animación el sábado. Bastante privilegio es pagar menos que los demás.

DISTORSIÓN

Los postes y el desacierto en el remate evitaron que el Granada se emborrachase en la noche del sábado. Fueron dos los goles con los que el equipo superó al Real Oviedo, algo que dicho sea de paso suena muy bien, ya que el nombre del conjunto carbayón aguarda solera, esté en la categoría en la que esté. Dos y ninguno más, aunque bien pudieron serlo, y que de haberlos marcado quizás distorsionaran la realidad. Fue superior el Granada pero ante un rival que renegó y que sintió más inferior de lo que realmente es. Golear da impresiones de los equipos que no se ajustan a la verdad. A los rojiblancos les queda por progresar mucho y Oltra hizo hincapié en ello tras la rueda de prensa tras el encuentro.

DIFERENCIA

Sí está claro que el equipo brilló, sobre todo en el segundo acto. Y aunque el primero no gustara, creo que también refleja cosas muy buenas de este plantel, que tanto con balón como sin él es capaz de no pasar apuros en exceso y de romper a jugar cuando quiere. Faltó de esto último en Tarragona, donde solo dos errores en concepto defensivo propiciaron aquella debacle. Lo que está muy claro tras esta larga semana de tres partidos es que este equipo tiene dos caras. La buena es cuando todos los teóricos titulares juegan. La mala es cuando tiene que haber muchas variantes a la vez. Quiso dar Oltra reposo a algunos jugadores en Tarragona como a Montoro, y su ausencia se alargó más que su presencia. Cuando juega parece que no está, pero cuando no lo hace se nota más todavía. También parecen insustituibles Pedro Sánchez, sin extremo convincente que le supla cuando Puertas es el llamado a ser su recambio, o Sergio Peña, ya que Espinosa y Kunde no parecen llegar al nivel del peruano, pese a que el talaverano sí que ante el Oviedo mejoró prestaciones con respecto a partidos precedentes. Insisto en lo que escribí hace semanas: Oltra tiene que meter en la dinámica del equipo a los que ahora están peor. Es inconcebible pensar en el ascenso si la segunda unidad baja las prestaciones de la primera.

LOS DE LA TELE

Se está hablando mucho de que en esta Segunda, los que tenían la ventaja del fondo de compensación por el descenso tenían las de ganar. Y lo cierto es que, dentro de la igualdad que hay en la categoría, en la noche del domingo los dos equipos que ocupaban la zona de ascenso directo eran Osasuna y Sporting, mientras que el Granada no pisa todavía los puestos de play off. Lo cierto, y aunque al Granada le favorece contar con ese beneficio económico con respecto al resto de clubes de Segunda, la descompensación en la categoría se agudiza bastante. Básicamente, parece que los 19 equipos restantes de la Liga 1|2|3 están a expensas de que alguno de los tres que han caído de Primera fallen estrepitosamente para tener posibilidades de ascender a la Liga de las Estrellas. Si no hubiera sido por la derrota en Tarragona, los rojiblancos ocuparían uno de los tres primeros puestos de la tabla. Es precisamente por errores como el del miércoles pasado de los que viven los 'modestos' de Segunda. Por eso el Granada no puede permitirse ninguna tregua y no solo ser fuerte en casa, si no responder fuera como dentro de unos días en Soria.

LA GRADA

No basta con carnés más económicos y gozar de tener relaciones con el club más directas que cualquier otro abonado de a pie. Los que se dedican a animar al Granada en su espacio del fondo sur expresaron durante el primer cuarto de hora del partido ante el Oviedo su insatisfacción con la entidad por, en general, "promesas incumplidas". Creo que con pagar menos que los demás ya es suficiente, y parece que el grueso de los abonados del club lo entienden así al afearles su silencio en los minutos iniciales del encuentro. Para el común de los mortales, esto son pataletas de chavales, niñerías en el fondo. El problema es que todo se reduce a una batalla de poder, un poder que nunca jamás debieron tener grupos de este corte, ya no solo en Granada, si no en toda España. Los ultras desangraron el fútbol español y los grandes clubes se lanzaron a erradicarlos, con mayor o menor éxito. Son pataletas pero el Gobierno (mediante Reales Decretos) y la Policía (mediante controles biométricos) tienen fichados a esos grupos porque al final no se trata solo de animar, cuando se debería tratar solo de eso: de ir al campo a apoyar al equipo del que uno es. Posdata: quizás sea un iluso y esto sea una batalla perdida.

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