El partido disputado por el Granada el sábado contra el Tenerife es un buen ejemplo de que si los mejores jugadores del plantel dan la talla y están al nivel esperado las victorias van a seguir llegando. Es el fútbol un deporte de equipo en el que el conjunto está por encima de las individualidades, lo que no evita que existan futbolistas capaces de marcar las diferencias y de ganar partidos.

Muchos piensan que el Granada tiene la mejor plantilla de la categoría, algo opinable. No existen dudas a la hora de aseverar que en el cuadro nazarí militan algunos de los jugadores más destacados de Segunda División, esos que marcan diferencias. Montoro, Machís y Adrián Ramos, los tres con pasado en divisiones superiores, fueron ante el Tenerife, junto a Sergio Peña, los mejores sobre el terreno de juego. Igual que el buen trabajo de grupo hace mejor a cada uno, cuando las estrellas están acertadas es evidente que sale beneficiado el colectivo.

Montoro llegó al Granada en verano para hacer lo que hizo el sábado: gobernar los partidos y ser el cerebro del equipo. Ante los isleños firmó su actuación más redonda desde que está aquí. Con el todoterreno Kunde al lado, demostró que no le hace falta estar acompañado de un pivote defensivo para ser el motor ofensivo del equipo. Cumplió como se le pide en las tareas defensivas y aseó el Adrjuego del Granada desde la medular. Sus ausencias las han notado Oltra y los suyos. Ahora sólo le falta mantener la regularidad.

De Adrián Ramos y Machís quedan pocas cosas por decir. El colombiano, marque o no, está desde hace algunas semanas metido en el asunto. Es difícil que haga cosas mal.

El venezolano ya demostró en varios encuentros de lo que es capaz. La lesión le dejó ko y ha tardado algunas semanas en recuperar la forma y la confianza, pero ya la tiene. Golazo aparte, el sábado volvió a ser imparable por momentos por su costado.

Se une al trío por méritos propios Sergio Peña. Mostraba cosas pero sin continuidad. Ha tardado en encontrar su mejor versión pero ante el Tenerife exhibió parte de su potencial. Movilidad, fuerza, gol, capacidad de asociación, repertorio interminable de pases y, ante todo, mucha clase y calidad. Una pena la expulsión y que pueda perderse el choque contra el Valladolid.

Cuando se gana en el fútbol el mérito es de todo el equipo, nadie lo discute, pero mejor si tienes jugadores que marcan diferencias son capaces de mostrarlo.