Granada CF

¿Y si la paz queda alterada tras Piru?

  • La sensación de euforia tras ganar al Betis se lleva un sobresalto por la marcha del director deportivo

La plantilla fue una piña en la celebración del segundo gol contra el Betis.

La plantilla fue una piña en la celebración del segundo gol contra el Betis. / ÁLEX CÁMARA

Está visto que no puede haber una semana relativamente tranquila en el Granada. Después de casi medio año, el equipo está a solo una victoria de salir de la zona de descenso. Dos triunfos seguidos en casa, unas sensaciones desconocidas desde la jornada 1 en el equipo, y la implicación de los nuevos se puede ver alterada por una decisión que, realmente, no mete goles, pero de nuevo supone una nota agria en el día a día de la entidad, que ya parece estar curada de espanto ante tanto horror. El cese del director deportivo puede alterar un orden en el que se vislumbra algo de luz al final del túnel.

PIRU

De nuevo, al Granada le ha faltado tacto. Cuando despidió a Rufete y Navarro antes de Navidad, ahora con Piru saboreando un poco de lo que ha construido. Cada vez que Jiang Lizhang pone el pie en Granada, en el club pasa algo, que no necesariamente debe ser malo. Suena cruel destituir a una persona que sabes que ha sufrido, que ha trabajado, y que si bien no ha cumplido con los objetivos, sí se ha visto en medio de situaciones del club que tampoco le ayudaban mucho. El problema es que Jiang, Wang y Vieta, el núcleo duro de la entidad, tenían tomada la decisión pasara lo que pasar ante el Betis. Quizás no se esperaban la exhibición del equipo, y por eso puede resultar sorprendente e injusta la destitución del anterior director deportivo. Pero su suerte estaba echada desde hacía tiempo.

LO QUE QUEDA

Ahora hay un periodo extraño. Pienso en los nuevos, sobre todo. Llegaron hace menos de un mes de la mano del Piru Héctor, Ingason, Wakaso y compañía. Él les convenció de una tarea tan complicada como la de salvar al Granada. Le oyeron y confiaron en él, y justo tres días después de empezar a devolverles la confianza le ponen de patitas en la calle. No creo que les haya sentado bien y ojalá no les haya roto de golpe la magia que conjuraron el viernes. Tampoco me olvido de Lucas, del que me consta que tenían una relación muy estrecha con Piru. Ahora se queda él solo al frente de la gestión de la plantilla, ya que el cesado tenía como costumbre charlar con los jugadores cuando las cosas iban mal dadas. Lucas sólo y para todo.

MÁS PIRU

Del Granada se va un profesional que se ha dejado todo y que ha trabajado más atado de pies y manos de lo que él mismo esperaba cuando vino en junio. La receta novato-proyecto nuevo-entrenador exigente no salió bien, y el caso El Zhar le terminó de hundir. Estaba claro que el desaguisado deportivo del equipo durante todo este tiempo le ha costado el puesto y que la decisión, en cualquier otro momento del año, no admitiría duda. Tras el 4-1 ante el Betis, quizás se hubiera ganado unas semanas de bula, pero Jiang tenía claro que en su Granada 2017-2018 no cabía el madrileño.

A DOS PUNTOS

Toda la tranquilidad adquirida el viernes se ha perdido, en cierto modo, con lo de Piru. Pero hoy será otro día y el Granada vive esta semana más cerca de la permanencia que nunca desde la jornada 5. Y con una sensación también distinta a la de las victorias ante Sevilla y Las Palmas. Aquellas parecían rayas en el agua, casualidades, fortuna. La goleada al Betis tiene otro cariz. Vimos a un Granada al fin merecedor del triunfo y, sobre todo, siendo un equipo de Primera. Ojalá no se rompa el momento.

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