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Con la pólvora mojada a domicilio

  • El equipo rojiblanco sólo ha marcado un gol en sus cuatro últimos encuentros como visitante, lo que ha hecho que no pase de los tres puntos sumados de doce posibles

Espinosa conduce el balón ante un rival en el partido jugado el sábado en Reus.

Espinosa conduce el balón ante un rival en el partido jugado el sábado en Reus. / agencia lof

No son pocos los que han mantenido a lo largo de la temporada, y con gran parte de razón, que el potencial ofensivo que tiene el Granada hace si es capaz de mantener su portería a cero, sin encajar ningún gol, al final acaba ganando el partido porque, de una u otra manera, siempre marca. Los rojiblancos, sin embargo, se han empeñado en quitar la razón a los que piensan así con sus últimas actuaciones como visitantes, señaladas por estar negados ante la meta rival.

Además de en las tablas sin goles de la primera jornada ante el Albacete, el Granada sólo fue incapaz de marcar en los doce primeras jornadas de Liga en Tarragona, donde cayó por 2-0. En las siete siguientes la situación ya se ha repetido tres veces más, todas ellas como visitante, y es esta evidente falta de puntería lejos del Nuevo Los Cármenes, lo que ha provocado el estancamiento y la pérdida de prestaciones del equipo.

Los de Oltra, cuya próxima salida será a Cádiz, crearon muy poco peligro en Reus

0-0 en Pamplona frente al Osasuna, 1-1 en León contra la Cultural, derrota por 1-0 en Vallecas ante el Rayo y el citado empate con resultado de gafas del pasado sábado en Reus. Tres partidos sin celebrar un gol fuera, sólo un tanto a favor en las cuatro últimas salidas, en las que el bagaje es una derrota y tres empates, sin triunfos. Tres puntos de doce posibles.

La pólvora se ha mojado lejos del Nuevo Los Cármenes y las consecuencias no han tardado en dejarse notar en la clasificación, añadiendo que en ese periodo de tiempo también se produjo el accidente como local frente al Sevilla Atlético. El Granada llegó a Pamplona en puestos de ascenso directo, salió de El Sadar líder y desde entonces o se ha mantenido o ha perdido posiciones progresivamente en la tabla, con los dos primeros cada vez más alejados.

Más allá de los goles anotados o de los puntos sumados, las sensaciones del equipo a domicilio también han dejado que desear y han ido a peor en el periodo analizado. Fueron buenas en Pamplona, con un Granada que mereció más, pero a partir de ahí las ocasiones creadas fueron mínimas en León, pocas en Vallecas y casi nulas en Reus.

Un par de intentos de Kunde y de Adrián Ramos, aparte del balón al segundo palo del propio Kunde que casi remata Joselu fueron las jugadas más destacadas en ataque del Granada el sábado. Pobre bagaje pese a tener el partido controlado y a dominar al rival durante casi todo el choque.

Ya en 2018, el del Cádiz será el próximo estadio que visite el Granada. Toca recuperar la pólvora fuera, y que mejor que hacerlo en el Carranza.

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