CULTURAL LEONESA | GRANADA CF

Los dos reinos empatan

  • El Granada suma nuevamente fuera de casa en un partido en el que jugó bien solo a ráfagas

  • La Cultural Leonesa no deja a los rojiblancos estar cómodos

  • Kunde, de sobresaliente

Los equipos de dos reinos chocaron en León y el resultado del destrozo fue un empate complicado de definir, aunque justo al fin y al cabo. Ni la Cultural deshizo su mala racha atenazada por la responsabilidad de verlo hecho, ni el Granada se quitó ese halo de espesura en el juego que le ha acompañado desde que el mes cambió de octubre a noviembre. No es de extrañar que los franceses lo rebautizaran como brumario en su calendario republicano revolucionario. La niebla ha bajado para cegar al equipo de Oltra, que solo se parece al que remontó el vuelo a partir de la sexta jornada a cachos, a ratos. Hay cierta temeridad en hilvanar e ir adelante con total seguridad, de mandar en el partido, y como eso dejó de hacerse ayer durante muchos minutos, eso lo aprovechó el conjunto leonés para adelantarse en el marcador. Pudo costar caro, los tres puntos, pero lo evitó el miedo de los locales y la decisión de ir a por el empate que llegó al final. Un punto que de nuevo sabe a poco y que tendrá que hacerse bueno el domingo ante el líder.

Oltra despejó la primera incógnita del partido con una sorpresa en el once, introduciendo a Kunde para hacer de Montoro en el primer partido de sanción del valenciano. El camerunés es un hombre de músculo y fuerza, pero no de creación, aunque en la segunda parte sí dio muestras de también saber poner balones hacia donde no pide la defensa rival. Kunde ocupó mucho espacio de campo y abarcó lo que Alberto Martín no hacía. Por eso la Cultural Leonesa, trabajada para tocar y madurar las jugadas, mantuvo muchos minutos la posesión del esférico, que al final de la primera parte dio sus frutos con el tanto de Rodri en una jugada en la que la defensa rojiblanca anduvo escasa de recursos tan primarios como el patadón.

El Granada también tuvo sus momentos de control, pero anduvo errático en la construcción. Primero, porque la presión en la salida de la Cultural era muy bueno y forzaba muchas pérdidas de balón en la medular. Salvo Kunde, en los duelos individuales los leoneses salían ganadores y corrían rápido. Fue cuando nivelaron el barómetro de sensaciones al acumular disparos peligrosos que salieron besando la madera o directamente los guantes de Javi Varas. Espinosa a veces se incrustaba entre los medios para darle algo de salida a la pelota, pero muy pocas veces. Si eso sucedía era para darle balones a Machís o a Pedro, pero en condiciones desfavorables para desbordar. Pese a todo, ante un equipo como la Cultural, a poco que el Granada rascara, tenía espacios para llegar al área de Jesús Fernández, de ahí a que acumulara más jugadas de peligro, sobre todo una de Pedro que sirvió para que Joselu o Espinosa empujaran el gol, pero en la que ninguno fue capaz de dar el toque final.

La ventaja local lograda poco antes del intervalo no cambió demasiado el panorama del partido. Los hombres de Rubén de la Barrera mantuvieron la compostura casi un cuarto de hora, cuando Señé estuvo muy cerca de marcar uno de los goles de la jornada con un disparo que buscó la escuadra desde el vértice contrario del área. Desde ese momento bajaron y el Granada, errático y lento hasta el momento, muy estático con y sin pelota, empezó a emerger. Fueron más evidentes las disputadas ganadas por Kunde en el centro del campo y el pundonor de Manaj, de nuevo recambio de lujo. Los siguientes quince minutos apenas pasaron de la medular los locales, guardando en una caja fuerte el gol que le hacía ganar por primera vez desde septiembre. La circulación del balón, que de eso se trataba, tampoco es que fuera vertiginosa, pero Machís empezó a entrar más en contacto con la pelota, y eso siempre es un problema para el contrincante. Casi todo el peligro llegó por su lado, asistiendo a un tiro de Kunde, creando superioridad por el centro para una finalización de Manaj, y sobre todo, dando el centro que Joselu, en clara falta por juego peligroso, acabó convirtiendo en lo que fue el justo empate final del partido (79').

Los minutos finales fueron infartantes. La Cultural volvió a salir de la cueva y al Granada le costó recobrar la compostura defensiva, dejando que llegaran con cierta comodidad en algunas ocasiones que no llegaron a culminar. También se lo pudo llevar el equipo rojiblanco, ayer de negro, con un centro de Puertas rematado por Manaj y con un posible penalti de Jesús Fernández, y con el pitido final a punto de sonar, con una pugna del albanés que ni este ni Joselu culminaron dentro del área.

Sumar fuera cuando no se juega bien es positivo, pero a este Granada se le ha ido un poco el ángel. A seguir picando piedra.

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