Decir en estos días que al Granada CF no le gusta Cataluña puede entenderse como una afirmación política que para algunos podría suponer meterse en un charco. Sin embargo, si se analizan los resultados y la trayectoria del equipo, y se explica que la afirmación sólo tiene que ver con lo deportivo, nadie discutiría que es una certeza futbolística.

Tres equipos de la comunidad autónoma catalana compiten esta campaña en la Liga 1|2|3, el Barcelona B, el Nástic y el Reus, y el Granada no ha sido capaz de ganar aún a ninguno de ellos. El asunto es aún peor cuando se comprueba que en los cinco enfrentamientos ante ellos el balance es paupérrimo: dos empates y tres derrotas.

El traspié del pasado sábado contra el Nástic (0-1) en el Nuevo Los Cármenes, confirma la animadversión esta temporada de los rojiblancos hacia las escuadras catalanas. Esa derrota frente a los de Tarragona se une al 2-0 de la ida en la primera vuelta, cuando el Nástic logró ante el Granada una de las pocas victorias firmadas este curso como local.

Contra el Barcelona B ha pasada casi lo mismo. Uno de los pocos pinchazos nazaríes como en casa esta campaña fue ante el filial azulgrana, con un 2-2 lastimoso después de que el Granada estuviera dos veces por delante en el marcador. Lo de la segunda vuelta fue aún peor debido al 3-0 del Miniestadi. La peor derrota del curso llegó a manos del Barcelona B.

El Reus aún tiene que visitar el Nuevo Los Cármenes después de que el duelo de la primera vuelta jugado en tierras catalanas acabara 0-0. El Granada sumó un punto pero fue uno de esos empates que saben a derrota por cómo fue el choque.