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Cada vez más ofensivo

  • El equipo usa diferentes dibujos, con un cariz muy atacante al final

Cuando los equipos sufren una derrota, lo más habitual es que los técnicos hagan cambios en la siguiente jornada. A estas alturas de campaña lo lógico es que las escuadras tengan bajas por lesiones y sanciones. En el encuentro del Granada contra el Nástic no se cumplió ninguna de estas dos premisas: una vez recuperado Ángel Montoro tras estar un mes lesionado, el técnico tenía a toda la plantilla a su disposición, pero pese a eso decidió apostar por el mismo once inicial que en el encuentro anterior que perdió por 2-1 en Lugo. Es evidente que el preparador también repitió dibujo al apostar por el 1-4-2-3-1 que recuperó hace un par de jornadas tras los partidos que disputó con dos delanteros de inicio.

DURO OPONENTE

El Nástic llegó, y también se fue, del Nuevo Los Cármenes como uno de esos extraños y poco explicables casos que de vez en cuando depara el balompié. Con los ex rojiblancos Dimitrievski, Javi Márquez y Uche al frente, el cuadro catalán se presentó como una escuadra que pelea por no descender pese a ser la mejor de todo el campeonato a domicilio. Todo un reto para los de Oltra, que, como al final se demostró, suele tener problemas esta campaña ante los equipos de la zona baja de la clasificación.

SIN FLUIDEZ

Tuvo ocasiones el Granada en el primer tiempo, pocas claras eso sí, pese al buen entramado defensivo de los visitantes, a los que no les importó defenderse, no tener el balón y juntar sus tres líneas cerca de su área. Se rumoreó con iba a jugar con zaga de cinco, pero el Nástic usó un claro 1-4-4-2. Los catalanes dejaron pocos espacios, lo que provocó que jugadores como Sergio Peña o Kunde aparecieran poco en la construcción y que la mayor parte de llegadas acabaran con disparos lejanos ante un Dimitrievski que estuvo muy seguro toda la tarde.

VELOCIDAD EN LAS ALAS

El Nástic lo dió casi todo en ataque a su velocidad por bandas tras errores locales. Tuvieron los catalanes dos en el primer tiempo, un palo y el gol, y ambas llegaron tras 'pinches' de los centrales, un mal pase en la salida de balón de Saunier y un error en el despeje de Chico Flores.

FACTOR DIFERENCIAL

Machís, pese a alternar aciertos con errores, se convirtió en el principal argumento atacante de los rojiblancos, que a veces mostraron que Adrián Ramos estaba demasiado solo en la punta de ataque. Además, algunos remates francos de Sergio Peña o de Víctor Díaz no encontraron portería por poco. En general, hubo malas finalizaciones pero también poca fortuna en muchas acciones.

TODO IGUAL

La segunda parte comenzó con el Granada teniendo el mismo dibujo, pero estaba claro que con 0-1 en contra, y el choque igual que antes del descanso no podía tardar mucho en Oltra en mover su banquillo. Hasta tres esquemas diferentes usó el Granada durante el segundo acto. Cada cambio supuso pasa a un sistema más ofensivo, pero ni así pudo llegar una alegría que el equipo mereció.

JOSELU AL CAMPO

Había pocas dudas de que el primer cambio iba a ser Joselu por Alberto Martín. El onubense se colocó arriba con Adrián Ramos en el 1-4-4-2, con Sergio Peña acompañando a Kunde en la medular. La entrada posterior de Agra por Hjulsager no modificó nada, ya que el danés se colocó como extremo diestro.

A POR TODAS

Después entró Pedro por Alex Martínez. Igual que hace algunos encuentros en Córdoba, se colocó el Granada con zaga de tres en un 1-3-5-2. Pedro en la derecha y Machís en la izquierda fueron extremos más que carrileros dado lo volcado que estaba el equipo. Hjulsager pasó a la posición de media punta, dando movilidad a los suyos. Víctor Díaz, Chico Flores y Saunier se quedaron como únicos zagueros, aunque en los instantes finales el gaditano se fue arriba como un punta más para acabar los nazaríes con un 1-2-5-3 que tampoco sirvió para marcar.

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