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Cada vez más contundentes

  • El equipo rojiblanco marca las dos primeras veces que acaba sus ataques con tiros a puerta

  • Los locales llegan mucho tras quedarse en inferioridad

Ángel Montoro mete el pie para cortar un ataque del Numancia ante un futbolista del equipo local.

Ángel Montoro mete el pie para cortar un ataque del Numancia ante un futbolista del equipo local. / agencia lof

La calidad que tiene el Granada CF de mitad de campo hacia arriba provoca que si el equipo es capaz de defender bien y de no encajar gol, las opciones de que el partido, sea cual sea el rival y se juegue donde se juegue, acabe con triunfo rojiblanco sean altísimas.

Lo ocurrido ayer durante la primera parte en Los Pajaritos es un claro ejemplo de lo apuntado. El cuadro dirigido por José Luis Oltra no jugó una primera parte brillante, no fue un equipo tremendamente lúcido. Sin embargo, tiro de eficiencia para colocarse 0-2 con el simple hecho -simple de decir pero muy difícil de conseguir- de marcar en los dos primeros ataques que finalizaron con disparos entre los tres palos, además de conceder sólo 'media' ocasión a los locales en el primer tiempo.

1cartulina roja. El Numancia sufrió una expulsión pero sus jugadores no vieron ninguna tarjeta amarilla11disparos. Los locales pusieron muchas veces a prueba a un seguro Javi Varas tras el descanso

De hecho, el 0-1 llegó no sólo en el primer chut bien dirigidos de los nazaríes en el encuentro, sino también la primera vez que fueron capaces de pisar el área contraria con peligro en todo el encuentro.

El segundo intento de los ayer verdes ante la meta defendida por Aitor Fernández fue un lanzamiento de Montoro que se fue alto, mientras que la segunda vez que sí hubo tino en el ataque llegó un nuevo gol. Machís no pudo batir al cancerbero, que se estrenó en el choque con una buena parada ante el tiro del venezolano, pero el rechace lo aprovechó Joselu para colocar el 0-2.

El choque fue mucho más movido en cuanto a estadísticas se refiere en el primer tiempo que en el segundo. En todos los aspectos computables en la estadística de arriba ocurrieron más cosas después del descanso que en el acto inaugural.

La curiosidad del encuentro en el aspecto numérico fue que el Numancia no vio ninguna cartulina amarilla en todos los noventa minutos pero sí que vio una tarjeta roja. Y fue precisamente la expulsión de Markel en los compases iniciales tras la reanudación lo que provocó que las acciones se multiplicaran en la segunda parte.

El Granada contó con bastantes espacios para salir con velocidad a la contra y crear ocasiones para poder ampliar su renta, algo que hizo aunque el tanto de la tranquilidad llegó en el tiempo añadido; mientras que los sorianos se volcaron sin miedo pese a estar con diez hombre en el campo, ya que con dos tantos en contra no les quedaba otra, y pusieron en demasiadas ocasiones en apuros a los nazaríes, haciendo trabajar más de la cuenta a un seguro Javi Varas.

De hecho, la estadística final refleja que el Numancia pisó más veces el área contraria, tiro más y lo hizo más veces entre los tres palos que el Granada, además de que Javi Varas intervino más veces en el duelo que Aitor Fernández.

Lo que no viene en la tabla numérica es que los tres goles rojiblancos fueron legales y que el único tanto visitante llegó en un penalti que no fue. Esa es la citada contundencia, la base sobre la que cimenta su éxito un equipo que va a más y que tomó Los Pajaritos dando un porrazo encima de la mesa.

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