A propósito del AVE

Esta seguridad ha de dirigir la estrategia futura que nos lleve a todos a movilizarnos detrás de ese objetivo

Por prudencia suelo obedecer a aquellos que tengo cerca, y una de ellos, muy arrimada, por cierto, me pide que me deje de escribir sobre las nubes y me centre en el suelo… Así que, con cierta sumisión, las hormigas de mi caravana se van a adentrar hoy en el receloso problema del AVE y nuestra ciudad.

En la portada del libro de Luis Landero, La vida negociable, publicado por Tusquets, un hombre de mediana edad con un cuidado aire de abatimiento -aunque luego sabemos que realmente está en trance de acostumbrarse a ello- está sentado, casi acuclillado, en los raíles de un ferrocarril que, en una magnifica perspectiva, se pierden sobre un fondo difuminado en blanco y negro, marca de la casa. Creo que esa es la imagen idónea para representar el conflicto que existe entre nuestra provincia y la alta velocidad.

Gente que quiere bien a Almería, a los cuales se les tendrá algún día que agradecer el detalle, pelearon muy fuerte para que nuestra provincia, adelantándose a las posibilidades reales, estuviera entre las primeras obras programadas del corredor del mediterráneo. Una vez fueron proyectados los tramos más complejos, y ejecutados parcialmente en su parte más costosa: los túneles, los puentes…, no me cabe duda de que Almería tendrá, después que antes, el AVE que tanto necesita su turismo, el sector hortofrutícola y la gente que la habitamos y nos gusta movernos a ras de suelo.

Esta seguridad ha de dirigir la estrategia futura que nos lleve a todos a movilizarnos detrás de ese objetivo. Un movimiento uniformemente acelerado, sin freno e impulsado de forma coordinada y conjunta por alguien que sea mucho más incisivo e inteligente que este letrado que tan solo puede, y a su manera, aventurar el futuro cercano. Porque sería imperdonable que, con todo el camino ya andado, de repente, nos ocurriera aquello que certificó el inmortal Mario Benedetti: "Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas." Es por ello que se hace imprescindible que nuestros representantes públicos no cejen en la reivindicación constante, que, en esto, por lo menos en esto sí, todos boguemos acompasados, a golpe del parche, en una sola dirección. Y si hace falta que nos echemos a la calle, a buen seguro no nos faltará más de uno que, como "Spiriman", se ponga el tren por montera al grito de que esta vez el Ave tiene parada obligada en Almería.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios