A Pérez le aterra ejercer la valentía de "quien pierde, pierde, y a casita" que él siempre pregonó a los demás.

Van progresando en esa estrategia de futuro llamada hegemonía electoral, diseñada para satisfacer egos y vanidades.

El confinamiento territorial de Madrid ya sí les duele. Pena no dan. Es ternura.

Llama la atención que la transparencia de PSOE y Podemos se nubla cuando toca investigarse a ellos mismos.

Pablo Iglesias ha pasado a ser una obediente paloma. Tan gavilán como parecía.

Empieza la cuesta de septiembre mirando la rampa de octubre y los puertos de noviembre.

Viene demostrándose a menudo cómo impera el eslogan de la media verdad como algo muy útil para ganar espacio electoral.

Hemos pasado de ver a Aguirre proponer el estudio del catalán a rechazar que figure en la publicidad territorial de algunas empresas.

¿Por qué usa la izquierda radical el debate de la república como cortina de humo? ¿Para distraernos de sus corruptelas?.

Saben de la memoria corta de sus votantes, así como la transigencia habitual con sus embustes de sus propensos electores.