jazz

El sonido que une

  • El sello alemán ECM continúa escenificando su compromiso con el jazz contemporáneo a través de una terna de novedades que aúna a reputados veteranos con pujantes valores

Camino del medio siglo de vida, la discográfica ECM sigue avivando su catálogo con algunos de los más cotizados referentes del panorama jazzístico contemporáneo. Sin perder de vista su característica y también controvertida sonoridad, asentada en las producciones de su capo Manfred Eicher, su nómina se construye hoy sobre una inteligente emulsión de veteranos consagrados y sólidos valores que da forma y sentido a una de las propuestas más identitarias y reputadas del escaparate discográfico actual.

Un trío de novedades, publicado este mes de agosto, ejemplifica a la perfección dicho criterio. Y nadie como el octogenario Gary Peacock (1935) para encarnar la mezcla de veteranía y vigencia a la cabeza de un trío que siempre se ha señalado como uno de sus formatos preferidos desde aquel lejano y destacado Tales Of Another (1977), junto a Keith Jarrett y Jack DeJohnette, que inauguró su relación con el sello alemán. Tangents (2017) presenta ahora la misma nómina que su predecesor en ECM, Now This (2015), a la vez que reincide en sus construcciones introspectivas y serenas, sin prescindir de abiertos espacios como Cauldron en los que desprenderse de sus puntales armónicos. El guión lo define un texto propio donde también exigen su lugar tanto las cuotas de Marc Copland (piano) y Joey Baron (batería) como las habituales recuperaciones, en esta ocasión certeramente representadas por dos clásicos de enorme peso como Blue In Green de Miles Davis y el inagotable Spartacus de Alex North. Un valor seguro.

Un escalón por debajo de Peacock en cuanto a veteranía se encuentra el saxofonista alto Tim Berne(1954), cuya asociación como líder con ECM se remonta un lustro atrás, siempre adscrita a este proyecto Snakeoil que ahora retoma actualidad de la mano de Incidentals (2017). El álbum supone el cuatro trabajo de este grupo y el segundo -siguiendo a You've Been Watching Me (2015)- en el que su nómina se adscribe a una estructura de quinteto, con el clarinetista Oscar Noriega, el pianista Matt Mitchell, la batería y vibráfono de Ches Smith y la guitarra de Ryan Ferreira. Incidentals recalca la vocación activista de una música que diluye los límites entre composición e improvisación sin ceder rigor en su partitura y que baraja las tensiones en desahogados tiempos como en el caso de los veintiséis minutos de ese fluctuante paisaje llamado Sideshow. Músico arriesgado desde sus comienzos, la imprevisibilidad define a un Berne que huye de las etiquetas y patrones, que inquieta por sistema a audiencias acomodadas y en cuyos logros tienen mucho que decir la calidad y aptitud de sus socios. Una portentosa organización, en definitiva, que se exhibe aquí en uno de sus momentos álgidos, bien correspondida por la compacta sonoridad que el guitarrista David Torn logra en su producción del álbum.

Y no menos productiva parece la alianza del pianista norteamericano de ascendencia hindú Vijay Iyer (1971) con la marca alemana. Desde su fichaje por ECM y su debut en la etiqueta con Mutations (2014), un audaz disco para piano y cuerdas, quedó clara su voluntad de proseguir su exploración a través de formatos y contextos que han saltado del contemporáneo trío de piano de Break Stuff (2015) a su dúo con el gran trompetista Wadada Leo Smith en A Cosmic Rhythm with Each Stroke (2016). Refrendando su estatus como figura primordial del jazz actual, llega ahora Far From Over (2017) ensanchando, de paso, ese sondeo de la mano de un sexteto de muchos quilates integrado por Graham Haynes (trompeta), Steve Lehman (saxo alto), Mark Shim (saxo tenor), Stephan Crump (contrabajo) y Tyshawn Sorey (batería), además del piano y el Fender Rhodes del líder. El resultado depara un disco dinámico e inventivo, surcado por excelentes intervenciones solistas e impulsado por una decena de temas donde Iyer manifiesta su dominio y fertilidad. Tiempos que saltan del funk a la polirritmia pasando por la atmósfera etérea de Wake o el sosiego de la dedicatoria al escritor y activista en For Amiri Baraka rematan una terna con la que ECM demanda su nominación a sello con tanto presente como pasado.

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