El Gobierno sirio y la oposición iniciaron ayer una tregua de 72 horas con motivo del Aid al Fitr, la festividad que pone fin al mes sagrado musulmán del Ramadán, que redujo los niveles de violencia, pero no acabó con las hostilidades. La Comandancia General de las Fuerzas Armadas sirias anunció el comienzo de un "régimen de calma" por 72 horas desde la pasada medianoche en España, las 01:00 hora local.

Por su parte, el coordinador general de la opositora Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), Riad Hiyab, instó al cumplimiento de la tregua a todas las partes concernidas. Sin embargo, las violaciones del alto el fuego no se hicieron esperar.

Aviones de guerra bombardearon barrios de la ciudad de Alepo, la segunda de Siria, como Al Lirmun, Al Shaqif, Beni Zeid y la zona de Castelo, sin que se registraran víctimas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que agregó que varios cohetes disparados por facciones armadas impactaron en el pueblo de Kefraya, de mayoría chií y en la provincia septentrional de Idleb, dominada casi en su totalidad por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y sus aliados.

Mientras, se desarrollan enfrentamientos entre el Ejército sirio y el Estado Islámico en el desierto de la provincia central de Homs, así como en Al Malah, en Alepo, y en Kabana, en Latakia, donde los soldados combaten contra grupos, entre los que figura el Frente al Nusra.

En paralelo, siguen los combates entre la organización chií libanesa Hezbola, que respalda al Gobierno de Damasco, y el rebelde Ejército del Islam en Al Midaa, en las afueras de la capital siria. El portavoz de la CSN, Riad al Agha, dijo que "el régimen no está cumpliendo con la tregua; esta mañana sus aviones y su artillería han bombardeado Duma", en Guta Oriental, en la periferia damascena.

El anuncio de la tregua se produce después de que al menos 1.138 civiles murieran, de los que 249 eran menores de edad y 123 mujeres, durante el Ramadán, según el Observatorio.