Aniversario en venezuela El fantasma de la crisis acecha al país

Chávez, diez años de pesadilla

  • El peculiar mandatario, que ha conseguido dividir a la población en dos bandos irreconciliables, cumple una década en el poder y aspira a seguir diez años más

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cumple hoy una década en el poder con la aspiración de seguir otros diez años al frente del país petrolero, sobre el que se ciernen ahora nubarrones de crisis económica.

"Vendrán diez años más de periodo revolucionario": así lo ha asegurado el mandatario venezolano, quien celebró en diciembre el décimo aniversario de su primera victoria electoral, en las presidenciales de 1998.

Ahora, cuando se dispone a festejar la fecha de su primera investidura en compañía de los líderes de los países de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), invitados a una cumbre extraordinaria para la ocasión, Chávez tiene la mirada puesta en otra jornada que le puede abrir el camino de otra reelección.

El próximo día 15, los venezolanos acudirán nuevamente a las urnas, menos de tres meses después de unos comicios regionales, para pronunciarse sobre la propuesta de enmienda constitucional que impulsa el presidente para poder ser candidato a un tercer mandato de seis años en diciembre de 2012, al concluir su actual periodo.

Fue precisamente a finales de noviembre, una semana después de las elecciones de alcaldes y gobernadores, cuando Chávez ordenó a sus partidarios activar la vía de la enmienda a la Constitución de 1999 para poder optar a la Presidencia sin la limitación a dos mandatos que contempla ahora la Carta Magna.

En sus permanentes intervenciones, el jefe del Estado venezolano no ha cesado de afirmar que si busca seguir en el poder es "para el pueblo" y para continuar en el camino de la "revolución" que, según él, quieren los ciudadanos porque así lo indicaron en las urnas al reelegirle con amplia mayoría en diciembre de 2006.

A estas afirmaciones, la oposición replica que los venezolanos ya le dijeron no a la posibilidad de un tercer mandato en el referéndum de 2007 cuando propuso una reforma constitucional que incluía este mismo proyecto, y que fue derrotada por el voto.

En opinión de los dirigentes opositores, lo único que busca Chávez es perpetuarse en el Gobierno y satisfacer así sus ansias de "poder vitalicio".

Han sido diez años repletos de agitación política: la aprobación de una nueva Constitución en 1999, un paro opositor de dos meses en la estatal petrolera Pdvsa, el golpe de Estado que mantuvo a Chávez 48 horas alejado del poder, un referéndum revocatorio que ganó y la derrota en la reforma constitucional de diciembre de 2007.

En los dos últimos años, además de perder el referéndum de la reforma que promovía como "indispensable" para la instauración de lo que denomina el "socialismo del siglo XXI", el mandatario venezolano decidió no renovar la licencia de transmisión al canal Radio Caracas Televisión.

El cese de emisión en abierto de RCTV, el más antiguo del país, bajo las acusaciones de "golpista", originó numerosas protestas que fueron el germen del movimiento estudiantil opositor al Gobierno y, según algunos analistas, mermaron la confianza incluso entre quienes votan a Chávez.

Si bien hay logros sociales reconocidos como los módulos Barrio Adentro, que ofrecen sanidad gratuita en los barrios más desfavorecidos, no se han cumplido promesas como la de diversificar la economía, muy dependiente del petróleo, o la de reducir la inseguridad, ya que la tasa de homicidios sigue siendo de las más altas del mundo.

Las distancias entre el presidente y la oposición se han ido profundizando hasta convertir la descalificación en lenguaje cotidiano. Dos visiones de país conviven en el día a día de Venezuela, cuyos electores han sido convocados en una quincena de ocasiones a las urnas en la última década.

En diciembre de 2007, tras el referéndum sobre la reforma constitucional que dio el triunfo al no por un estrecho margen, Chávez causó estupor y condena, y no sólo en filas opositoras, cuando calificó el resultado como "victoria de mierda".

Desde la oposición se ha tildado al mandatario de "tirano", "sátrapa", "dictador" o "golpista", y se le ha acusado de querer convertirse en "rey" de Venezuela.

"El país se ha hundido en la confrontación en esta década; (Chávez) ha logrado fracturar sentimentalmente a Venezuela, hay venezolanos que se odian", declaró a Efe Antonio Ledezma, titular de la Alcaldía Mayor de Caracas y líder opositor del conservador Alianza Bravo Pueblo (ABP-socialdemócrata).

"Chávez ha convertido la democracia participativa, de la que se cree inventor, en autoritarismo", agregó Ledezma, ex gobernador de Caracas y quien arrebató la Alcaldía Mayor al chavismo el pasado noviembre.

Por su parte, el analista Luis Vicente León consideró que se puede calificar de "positivo" el hecho de que el Gobierno de Chávez "ha incorporado en el debate político a todos los sectores", incluyendo a los más pobres. No obstante, según León, el "personalismo extremo" del presidente ha "desvirtuado el concepto de la democracia".

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