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China libera a Hu Jia, su prisionero político más conocido tras Weiwei

  • Cumplió casi toda la condena de tres años y medio de prisión por apoyar a enfermos de sida, el medio ambiente y el movimiento democrático · Ha sido privado de sus derechos políticos durante un año

El disidente chino más conocido después del artista Ai Weiwei, Hu Jia, fue liberado ayer tras pasar tres años en la cárcel, días después de que fuera excarcelado el artista. "Tras una noche en blanco, Hu Jia llegó a casa a las 02:30. Tranquilo, muy feliz. Él necesita descansar. Gracias a todos", escribió su esposa, Zeng Jinyan, activista a su vez de los derechos humanos, en su cuenta de Twitter.

Hu Jia, de 37 años, fue condenado en abril de 2008, unos meses antes de los Juegos Olímpicos, a tres años y medio de prisión por intento de subversión a causa de sus comentarios publicados en internet y entrevistas concedidas a la prensa extranjera. Cumplió casi toda su pena.El disidente tropezó con el Gobierno comunista al defender a los enfermos de sida, el medio ambiente y el movimiento por la democracia de la Plaza Tiananmen.

Hu Jia, galardonado en 2008 con el premio Sajarov a la libertad de conciencia por el Parlamento Europeo y citado a menudo para el Nobel de la Paz desde su condena, es el segundo disidente famoso en ser liberado por las autoridades chinas en estos días.

El miércoles por la noche, el artista Ai Weiwei fue liberado bajo fianza, después de casi tres meses de confinamiento y unos días antes de la visita del primer ministro Wen Jiabao a Gran Bretaña y Alemania.

Su detención se produjo en medio de la peor represión contra la disidencia desde Tiananmen, en un ambiente de llamamientos en Internet a participar en "concentraciones del jazmín" en las principales ciudades chinas, inspirados en las recientes revueltas en varios países árabes.

Como Ai Weiwei y otros disidentes liberados recientemente, Hu Jia se verá sometido a restricciones en la libertad de expresión y de movimiento.

Hu Jia "será privado de sus derechos políticos durante un año y no podrá reunirse con los medios de comunicación", advirtió su esposa la semana pasada en su cuenta de Twitter. "Durante este periodo, va a tratar su cirrosis y cuidar de su familia", agregó.

El disidente padece una cirrosis hepática que se ha agudizado en prisión. A lo largo de la encarcelación de su marido, Zeng Jinyan criticó duramente en su blog los tratamientos médicos inadecuados que le habían prescrito, pero sus comentarios se mitigaron en los últimos meses, señal de las presiones ejercidas sobre ella. El matrimonio tiene una hija de tres años.

Las restricciones impuestas a Hu Jia no se conocen en detalle. Es imposible contactar por teléfono con él o con su esposa y la Policía prohíbe a los periodistas acercarse al edificio donde residen, a las afueras de Pekín.

Hu luchó contra las discriminaciones que padecen los enfermos de sida y los seropositivos en China y contra el deterioro del medio ambiente. Luego fue el portavoz de varios grupos de víctimas del abuso de poder de las autoridades.

Tanto él como su mujer pasaron largos periodos detenidos o bajo arresto domiciliario y retrataron uno de ellos en un documental disponible en internet bajo el título Prisoners of Freedom City (Prisioneros de la ciudad de la libertad).

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