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Cruz Roja denuncia una "catástrofe inimaginable" en Sri Lanka

  • La organización asegura que la falta de seguridad debido a los enfrentamientos entre las tropas y los rebeldes no permite la entrada por mar de ayuda humanitaria

La Cruz Roja aseguró ayer que se está produciendo una "catástrofe humanitaria inimaginable" en Sri Lanka. "La falta de seguridad sobre el terreno significa que nuestras operaciones por mar continúan paradas, y esto es totalmente inaceptable", aseveró el director de operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja, Pierre Krahenbuhl.

La agencia informó de que el Green Ocean, un barco de la organización cargado con ayuda, fue incapaz de atracar en la costa noreste del país a causa de las intensas batallas de los últimos tres días, por lo que no podrá evacuar a los heridos.

Otra embarcación del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas también espera para poder entregar su carga, anunció la Cruz Roja.

Equipos médicos tuvieron que abandonar el último hospital que quedaba en la zona de guerra bajo control de los rebeldes y algunas fuentes aseguran que hasta 400 heridos graves fueron abandonados y un centenar de muertos aún deben ser enterrados.

Más de 50 personas murieron el miércoles en Sri Lanka cuando varios proyectiles impactaron un hospital, informó un funcionario de salud. El Gobierno y los rebeldes se echan en cara mutuamente estas víctimas.

Un portavoz militar, Brig Udaya Nanayakkara, aseguró que un avión había observado a más de 2.000 personas caminando alrededor de la laguna que rodea la zona de batalla.

Según Brig Udaya Nanayakkara, los civiles intentan escapar de la zona controlada por los Tigres Tamiles, aunque no se pudo conocer la versión de los rebeldes.

La organización británica Save the Children dijo que un gran número de niños fueron separados de sus familias al entrar a las áreas controladas por el Gobierno. "Los campamentos son un caos", lamentó su portavoz, Branko Golubovic.

"Estos niños están saliendo de zonas de combate, donde han sufrido traumas severos, para encontrarse solos en un entorno también duro", añadió, refiriéndose a los campamentos.

El enviado de la ONU a Sri Lanka, Vijay Nambiar, llegó ayer para "ayudar a resolver la situación humanitaria". Según la organización, cerca de 50.000 civiles están atrapados a causa del conflicto.

Estados Unidos y el Reino Unido han solicitado tanto al Gobierno como a los rebeldes que pongan fin a los enfrentamientos "inmediatamente" y permitan la evacuación de los civiles.

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