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Iraq promete mano dura contra el terrorismo entre la ira ciudadana

  • Las víctimas mortales ascienden a 213 tras el ataque del EI en Bagdad, donde crece la crispación con el Gobierno de Al Abadi

El Gobierno iraquí prometió ayer aumentar sus castigos y esfuerzos contra el terrorismo, tras el atentado suicida que el domingo causó en Bagdad al menos 213 muertos, según la agencia Dpa, en medio de un ambiente de rabia contra la supuesta negligencia de las fuerzas de seguridad en ese ataque. En un comunicado, el Ministerio de Justicia prometió que las autoridades judiciales aplicarán "muy pronto" las penas de muerte contra "un grupo de criminales sentenciados conforme a la ley antiterrorista". El Ministerio calificó el atentado de "traidora acción terrorista" y señaló que "coincide con las victorias de las fuerzas iraquíes que liberan el país del yugo terrorista", en alusión a la ofensiva llevada a cabo contra el Estado Islámico.

Asimismo, presentó sus condolencias "a los familiares de los mártires de esta enorme tragedia". "Nos comprometemos a proseguir aplicando el castigo justo a todo al que se le ocurra intentar dañar y aterrorizar al pueblo iraquí", concluyó la nota.

Este mensaje se produce horas más tarde y en consonancia a la amenaza que el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, realizó en una visita a la Comandancia de la Fuerza Aérea iraquí, sobre una dura respuesta al EI. Al Abadi pidió a la Comandancia de Operaciones de Bagdad que acelere los esfuerzos para establecer "el cinturón de seguridad" alrededor de la capital.

El atentado ha creado también una atmósfera de crispación entre la población de la zona donde se produjo, la mayoritariamente chií de Al Karrada. Sus habitantes se vistieron ayer de luto y criticaron la supuesta negligencia de las autoridades por no haber podido evitar el ataque suicida.

Pasada la medianoche del domingo al lunes, cientos de vecinos se echaron a las calles para protestar y exigir que los altos cargos de seguridad -a los que tacharon de corruptos- rindan cuentas por lo sucedido. La marcha se inició en la plaza de Kahramana y, entre fuertes medidas de seguridad, se dirigió hasta el lugar del atentado, que en el momento del ataque estaba lleno de personas al ser una zona comercial, donde los habitantes consumen a esas horas de la noche durante el periodo de Ramadán. La ira también quedó patente durante la visita el domingo a la zona de Al Abadi, a quien lanzaron piedras e incluso zapatos, una gran ofensa en el mundo árabe.

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