Casi cuatro semanas después de que Alemania celebrase elecciones generales, ayer tuvo lugar en Berlín el primer encuentro de los líderes de los tres partidos -conservadores, liberales y ecologistas- que están llamados a sellar una alianza de Gobierno.

"Durante las conversaciones seguro que va a haber una gran cantidad de diferencias, pero también la voluntad de encontrar puntos en común", declaró una optimista canciller Angela Merkel, líder del bloque conservador, antes de reunirse con los representantes del resto de formaciones. "Por mi parte hay disponibilidad también para pensar de manera creativa", agregó.

La dirigente recalcó que la etapa que ahora se abre se centrará en sondear si realmente los conservadores, los Verdes y los liberales pueden formar un Gobierno que se ocupe de las cuestiones importantes para Alemania, tales como el empleo o la seguridad. "Ahora toca ponerse a trabajar", insistió.

Una vez que el Partido Socialdemócrata (SPD) decidió darle la espalda y volver a la oposición tras su sonada derrota, Merkel se ve forzada a sellar la llamada coalición Jamaica por los colores de los partidos, que coinciden con los de la bandera de ese país: FDP (amarillo), conservadores (negro) y verdes.

Se trata de una constelación hasta el momento inédita a escala nacional que le serviría a la dirigente para gobernar con una amplia mayoría en el Parlamento de un país en el que la opinión pública gusta del consenso y huye de cualquier vaivén que pueda generar inestabilidad en el sistema.

La intención es que Alemania cuente con Gobierno en Navidades y que un nuevo Gabinete asuma el mando coincidiendo con la entrada del año.