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La ONU admite que ha fallado a las víctimas de violaciones en el Congo

  • La presencia de cascos azules no impidió unas 500 agresiones sexuales

La ONU reconoció el martes que ha fallado en su misión de proteger a la población de la República Democrática del Congo (RDC), después de que unas 500 personas fueran violadas por grupos armados en los dos últimos meses en el este de ese país pese a la cercana presencia de cascos azules.

"Aunque la responsabilidad principal de proteger a los civiles corresponde claramente al Estado, nosotros también hemos fallado. Nuestras acciones no fueron las adecuadas, lo que tuvo como resultado una agresión brutal de las poblaciones de la zona", admitió el secretario general adjunto de la ONU para Operaciones de Paz, Atul Khare.

En una comparecencia ante el Consejo de Seguridad, Khare hizo estas declaraciones después de exponer el resultado de la investigación preliminar que realizó por encargo del secretario general de la organización, Ban Ki-moon.

Ban Ki-moon envió a Khare a la RDC después de que, a finales de agosto, se conocieran las primeras informaciones sobre los ataques.

Según su relato, la ofensiva contra decenas de aldeas en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur fueron más graves de lo que se creía y el número de víctimas de violaciones podría superar las 500.

El ataque más violento se produjo entre el 30 de julio y el 2 de agosto en 13 aldeas situadas entre las localidades de Bunyampuri, Kibua y Mpofi, en las que al menos 242 personas, entre ellas 28 menores, fueron violadas "de manera sistemática" por guerrilleros congoleños mai-mai y de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).

Según la ONU, los rebeldes engañaron a la población haciéndoles creer que se disponían a integrarse en las fuerzas armadas congoleñas como parte del proceso de reconciliación nacional.

Khare señaló que la base en la zona de la Misión de Estabilización de la ONU (Monusco) había sido informada de la presencia de grupos armados, pero desconocía el alcance de sus acciones.

Las agencias de la ONU presentes en la zona recibieron un correo electrónico el 30 de julio que les avisaba de que la localidad de Mpofi había pasado a manos de las FLDR y que se había denunciado la violación de una mujer.

Khare dijo que hasta el 5 de agosto los cascos azules no recibieron las primeras 45 denuncias de violaciones pero para entonces los rebeldes "habían desaparecido en la selva". Explicó que se trata de zonas remotas, con pocas vías de comunicación, donde no hay cobertura de telefonía móvil y la orografía dificulta la comunicación por radio.

Debido a la gran extensión de la región, la densidad de la presencia de la Monusco es de tan sólo un soldado por kilómetro cuadrado.

El responsable de los cascos azules también informó al Consejo de Seguridad de que en las últimas semanas han salido a la luz nuevos episodios de violaciones en masa. Entre los casos más graves, citó la violación de al menos 40 mujeres durante un ataque el 17 de agosto de las FDLR y guerrilleros mai-mai a la localidad de Mubi, en Kivu Norte. Además, esos mismos grupos han sido responsabilizados de más de otros 200 casos de violencia sexual en ataques a varias poblaciones de Kivu Sur en los pasados julio y agosto.

En respuesta, los mandos de la Monusco han decidido estrechar las relaciones con la comunidad y crear nuevos mecanismos para recabar información, al tiempo que se estudian alternativas para mantenerse en contacto directo con las poblaciones más vulnerables, según Khare. También pidió que se considere la imposición de sanciones a los líderes de las FDLR, si se prueba su implicación.

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