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Trump desdeña la relación con México: "Será buena o, si no, no tendremos"

  • El secretario de Seguridad Nacional de EEUU afirma en el país vecino que no habrá deportaciones masivas de sus inmigrantes

  • México asume que el diálogo con EEUU será "largo y difícil"

Donald Trump y su asesor principal, Jared Kushner (a su derecha), durante una reunión ayer con los directores generales de compañías manufactureras.

Donald Trump y su asesor principal, Jared Kushner (a su derecha), durante una reunión ayer con los directores generales de compañías manufactureras. / michael reynolds / efe

El presidente de EEUU, Donald Trump, dijo ayer que alertó a su secretario de Estado, Rex Tillerson, de que su viaje a México iba a ser "difícil" porque es necesario "ser tratados con Justicia" por esa nación vecina.

"Ahora mismo Tillerson está en la capital mexicana y yo dije que ése iba a ser un viaje difícil porque tenemos que ser tratados con Justicia por México. Va a ser un viaje difícil", comentó Trump al inicio de una reunión en la Casa Blanca con ejecutivos de más de una veintena de grandes compañías manufactureras.

Insistió en que el déficit comercial de EEUU con México es de 70.000 millones de dólares anuales, algo "insostenible" y que "no incluye las drogas que fluyen a través de la frontera como el agua".

"No vamos a dejar que eso suceda. No puedo dejar que eso suceda. Vamos a tener una buena relación con México, espero. Y si no la tenemos, no la tenemos", opinó el presidente.

Por su parte, el secretario de Seguridad Nacional de EEUU, John Kelly, que acompaña a Tillerson en su viaje, aseguró ayer ante altos representantes del Gobierno de México que no habrá deportaciones masivas ni operaciones militares contra los inmigrantes mexicanos en su país.

"Quiero dejar muy claro que no va a haber deportaciones masivas", afirmó Kelly, que también subrayó que "el Departamento de Seguridad Nacional actuará conforme a derecho y respetando los derechos humanos".

"No habrá uso de fuerzas militares en operaciones migratorias", agregó Kelly, quien expresó esta postura después de escuchar a Tillerson y los secretarios mexicanos de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, con los que participó en una declaración de prensa conjunta en la que no admitieron preguntas de los periodistas.

Según Kelly, EEUU mantendrá una "estrecha colaboración con México" en esos aspectos. "La amistad de nuestra frontera es importante y lo que une a los funcionarios mexicanos con los estadounidenses son lazos de responsabilidad y amistad", enfatizó.

Puntualizó que "todas las deportaciones se harán conforme" al "marco legal" y "el enfoque de las deportaciones será sobre gente con antecedentes criminales".

También reveló Kelly que conversaron sobre "la necesidad de reducir las causas de expulsión de migrantes de Centroamérica", de donde proceden muchos de los inmigrantes irregulares que llegan a EEUU vía México.

En este punto aclaró: "No se hará uso de la fuerza militar en los operativos de frontera" y habrá "un operativo sistemático, organizado y enfocado en la entrega de resultados". Es más -continuó-, "se hará de manera que se respete la dignidad humana" porque "es así como operan el Ejército mexicano y el de EEUU".

Kelly resaltó que los Gobiernos de México y EEUU se comprometieron a hacer sus fronteras "más seguras" y comparten "preocupaciones comunes", como el tráfico de armas y de drogas.

Minutos antes, Osorio dijo que México "considera que el esquema de coordinación y los mecanismos de cooperación" existentes con EEUU "requieren de un diálogo permanente que ponga las necesidades de ambos por delante".

México también expresó su "irritación" por las políticas de Trump hacia la nación latinoamericana. "Existe preocupación e irritación ante lo que se percibe como políticas que pueden ser perjudiciales para los mexicanos", afirmó Videgaray, quien dijo que, a pesar de que existen "coincidencias" entre el Gobierno de su país y el de EEUU, el diálogo sobre temas polémicos, como la migración y el comercio, será "largo y difícil".

Entre los temas que preocupan a la ciudadanía mexicana y al Ejecutivo está el migratorio. "Hemos expresado al secretario Tillerson y Kelly que, en primer lugar, es nuestra preocupación al respeto de los derechos de los mexicanos en EEUU", explicó Videgaray.

El canciller también reiteró que se habló de la "imposibilidad jurídica" de que un país tome decisiones unilaterales que "afecten" a otra nación. "Éste es un principio fundamental en el que hemos coincidido", apuntó.

Tillerson confirmó que el presidente Enrique Peña Nieto los iba a recibir, después de que se dejara abierta la posibilidad de cancelar ese encuentro si no había acuerdos sustanciales.

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