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Washington trata de evitar que el asalto israelí hunda las negociaciones de paz

  • El enviado de Obama, George Mitchell, visita la región para salvaguardar el incipiente diálogo indirecto auspiciado por EEUU · Israel trata de impedir que otro barco con ayuda humanitaria llegue a Gaza

El enviado de EEUU, George Mitchell, trata de impedir que el asalto a la Flotilla de la Libertad afecte las negociaciones indirectas palestino-israelí, a la espera de que un nuevo barco con ayuda humanitaria llegue a las costas de Gaza.

"Las conversaciones deben continuar a pesar del ataque", afirmó ayer Mitchell, que la víspera llegó a la región para salvaguardar ese incipiente proceso negociador de la crisis creada el lunes por el abordaje militar israelí a la flotilla internacional que pretendía romper el bloqueo y llevar ayuda humanitaria a Gaza.

Mitchell, que hizo esa afirmación en Belén ante la Conferencia Palestina de Inversiones, se reunirá hoy en Jerusalén con el primer ministro Benjamin Netanyahu, tras reunirse el miércoles con el presidente palestino, Mahmud Abbas.

"Las recientes dificultades nos recuerdan la urgencia y la importancia del objetivo que nos hemos fijado", subrayó Mitchell al ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ayer en Tel Aviv.

Nueves personas murieron (ocho turcos y un turco-estadounidense) y decenas resultaron heridas cuando comandos israelíes tomaron por la fuerza los seis buques de la expedición humanitaria.

Según las autoridades israelíes, con la excepción de dos o tres heridos cuya gravedad desaconseja su traslado, los últimos 500 activistas de la flotilla que continuaban en Israel abandonaron la noche del miércoles el país en seis aviones fletados por el Gobierno turco.

Fuentes del Ministerio israelí de Exteriores rechazaron así las reclamaciones de la ONG islamista turca Fundación de Ayuda Humanitaria (IHH), uno de los organizadores de la flotilla, de que de los 38 heridos sólo 21 han regresado, y de que aún hay tres activistas desaparecidos y que podrían haber muerto. "No hay ningún desaparecido", aseguraron las fuentes.

En su entrevista del miércoles con Abbas, Mitchell ya expresó que el abordaje militar israelí "refleja la importancia" de seguir con las conversaciones indirectas de paz.

Sin hablar de las negociaciones, el líder palestino insistió por su parte en que "no va a aceptar que el proceso de paz se convierta en una fórmula para eludir la paz y los compromisos que exige".

La investigación sobre el asalto era ayer el centro del debate político en Israel, donde el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, se inclina porque una comisión pública con juristas israelíes a la que podría ser invitado un observador internacional. El titular de Industria y Comercio, Benjamin Ben Eliezer, propone dejarla en manos de la comunidad internacional, mientras que el diario Yediot Aharonot asegura que Netanyahu sopesa que la dirija una parte "amiga" y "objetiva" como EEUU.

Entretanto, el Gobierno israelí estudia cómo impedir que un nuevo barco con ayuda, el Rachel Corrie, alcance las costas de la Franja, lo que podría acrecentar la tensión en la zona. El portavoz de Exteriores, Andy David, aseguró que su país ha "enviado mensajes a través de Irlanda", cuya bandera tiene la nave, para que sus integrantes "acepten dejar la carga humanitaria en el puerto (israelí) de Ashdod", pero lamentó que "hasta ahora lo han rechazado".

Por su parte, Turquía se vistió ayer de luto para despedir a los nueve activistas muertos. Unas 15.000 personas se concentraron, en un respetuoso silencio, en los alrededores de la mezquita de Fatih, en Estambul, para asistir a la ceremonia fúnebre. Una vez terminada, parte de los congregados lanzaron consignas como "abajo Israel" y gritos de "Alá es grande" durante el cortejo fúnebre.

El clamor en la calle fue acompañado de nuevas declaraciones de las autoridades turcas en las que reafirmaban que los vínculos con Tel Aviv han quedado seriamente dañados. "Israel verá más adelante las graves consecuencias de este ataque y estará muy apesadumbrado. Turquía nunca olvidará y nunca perdonará el ataque a sus ciudadanos", dijo el presidente turco, Abdula Gul, a la prensa.

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