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El doble juego del espía ruso envenenado lo destapó el servicio secreto español

  • El Cesid lo detectó en 1993, enviado por la agencia militar rusa GRU, antes de ser captado por el M16

Los forenses continúan analizando escenarios de la localidad inglesa de Salisbury para descubrir quién envenenó al doble espía ruso Sergei Skripal, captado en los años 90 por el MI6 británico tras ser identificado como potencial fuente de información por los servicios secretos españoles.

Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron expuestos a un agente nervioso el pasado domingo y se encuentran en estado crítico, aunque estable, mientras que las autoridades del Reino Unido han recomendado a quienes estuvieron en la pizzería Zizzi y el pub Mill de Salisbury aquel día (un total de 500 personas) que limpien sus pertenencias por precaución.

Las 500 personas con las que coincidió en un pub y en un restaurante podrían estar afectadas

Skripal, que se refugió en el Reino Unido tras haber sido liberado en un intercambio de espías entre Rusia y Estados Unidos en 2010, fue enviado 1993 por la agencia militar rusa (GRU) a España, donde fue detectado por el Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid, antecedente del actual CNI, el servicio de inteligencia español), según ha revelado el diario The Times.

El espía acabo siendo captado, sin embargo, como informador para el servicio exterior del Reino Unido, el MI6.

Cerca de diez años más tarde, en 2004, fueron precisamente los servicios de seguridad españoles los que informaron a Rusia sobre el doble juego del espía, que fue condenado a prisión, según el periódico británico.

El primer contacto con el espionaje británico lo estableció en julio de 1995 en España un agente del MI6 que se hizo pasar por un socio que le ofreció establecer una empresa de exportación de vino.

En la época del mandato del presidente ruso Boris Yeltsin (1991-1999), los fondos dedicados por Moscú al espionaje eran limitados, por lo que algunos agentes quedaban abandonados en el extranjero sin cobrar durante largos periodos, lo que facilitaba su captación por parte de otras agencias.

El espía ruso regresó a su país poco después de ser contactado por el Reino Unido, al ser diagnosticado de diabetes, pero continuó visitando España con regularidad y fue fortaleciendo sus vínculos con el MI6 hasta establecerse como parte de su plantilla, con lo que pasó a ser un agente doble.

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