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El partido del amigo de Mohamed VI gana las municipales en Marruecos

  • El Partido Autenticidad y Modernidad ha obtenido 5.429 concejalías.

El Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) confirmó los pronósticos y, en su primera participación en unas elecciones nacionales, se adjudicó el triunfo en los comicios municipales en Marruecos, cuyos resultados se conocieron este sábado.

La irrupción del PAM, que hace sólo diez meses todavía no existía, ha sido fulgurante, y se ha convertido en la fuerza más votada (con un 18,7 por ciento de los votos) y con más concejalías (un 21,7 por ciento de éstas).

Un amigo de la infancia del Rey marroquí

El "padre" del PAM es el íntimo amigo del rey Mohamed VI Fuad Ali El Himma, un personaje clave en el Marruecos del siglo XXI y auténtico factótum del monarca primero como su jefe de gabinete, después como ministro delegado del Interior y ahora como líder del partido más votado.

Sus filas se han nutrido en gran parte de cargos públicos que desertaron de sus partidos y se unieron al PAM al calor del supuesto beneplácito del Palacio Real, además de incorporar a un buen número de jóvenes sin experiencia previa en política.

El propio ministro del Interior, Chakib Benmusa, que ha mantenido una tensa disputa con El Himma durante la campaña a causa del asunto de los tránsfugas, reconoció que el triunfo se debe a que "el PAM se compone de candidatos que se presentaron en 2003, y que ya entonces consiguieron globalmente el 10 por ciento de los escaños".

En el atomizado panorama político marroquí, diseñado para que no se produzcan grandes mayorías en favor de ningún partido, el resultado de la nueva formación ha sido un gran éxito, que su portavoz, Salah el Uadi, atribuyó al "hastío" de los marroquíes hacia los partidos tradicionales.

Ese cansancio se volvió a reflejar en el porcentaje de participación, un 52,4 por ciento, por debajo de las municipales de 2003, pese a los esfuerzos del Gobierno por estimular el voto.

Sin embargo, la afluencia estuvo muy por encima de la registrada en las elecciones legislativas de 2007, cuando sólo el 37 por ciento de los electores inscritos acudieron a las urnas, lo que hizo que Benmusa calificase la cifra de hoy como "alentadora".

Tras el PAM se situó el partido nacionalista Istiqlal, del primer ministro marroquí Abás el Fasi, que con sus 1.022.662 votos perdió unos 100.000 apoyos con respecto a 2003 y se hizo con el 16,6 por ciento de las concejalías.

Pero si el PAM labró su victoria en una apabullante victoria en el ámbito rural -tradicionalmente seguidor de los partidos que se perciben como más cercanos al rey-, en las ciudades se impuso el Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que se llevó alcaldías importantes como la de Tánger.

Los votos en las poblaciones de menos de 35.000 habitantes son uninominales, mientras que en las ciudades se vota por el sistema de listas.

El PJD consideró cumplidos sus objetivos con el triunfo en las ciudades, mientras continúa cimentando su hasta ahora escaso apoyo en el campo.

Según dijo su vicesecretario general, Lahcen Daudi, el PJD está "muy satisfecho" por los resultados de los comicios, ya que ha "multiplicado por tres los votos obtenidos en las municipales de 2003 y respecto a las elecciones legislativas de 2007, la proporción ha mejorado".

En el campo de los derrotados hay que mencionar a la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), hasta hace pocos años el partido más votado y que ahora vive inmerso en un proceso de declive imparable, consecuencia de sus múltiples querellas internas.

No se han aprecido irregularidades

Observadores internacionales presentes en los comicios señalaron que no se han apreciado irregularidades en el proceso electoral, pese a las denuncias por parte de varios partidos de la supuesta compra de votos en muchos pueblos.

La pregunta que se hace todo el mundo ahora en Marruecos es qué sucederá con el actual Ejecutivo de El Fasi, que tuvo que ser ratificado por el rey después de que el PAM decidiese retirarle su confianza y pasar a las filas de la oposición justo antes de comenzar la campaña.

Su victoria de hoy, además de darle la llave de muchos ayuntamientos, permitirá al PAM controlar la Cámara de Consejeros (Cámara Alta del Parlamento), cuya mayoría de componentes salen elegidos de los consejos locales.

Con este control sobre el Parlamento, todo hace prever un "otoño caliente" en la política marroquí.

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