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La Academia de Cine culmina el año de 'la Verdú'

  • La actriz recibe "con ilusión" el premio más valorado entre los actores

Con sesenta películas en su haber y 25 años de carrera, Maribel Verdú es la actriz más joven y la quinta mujer que recibe la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y lo hace con la "ilusión de recoger un premio que te lo entregan tus compañeros".

Horas antes de recogerlo, se mostraba "nerviosa" y confesaba que había dormido "tan sólo un par de horas", porque esto supone "un broche maravilloso" a un año en el que ha obtenido su primer Goya de la mano de Gracia Querejeta y sus Siete mesas de billar francés, rodaba Tetro con Francis Ford Coppola y volvía al teatro junto a Aitana Sánchez-Gijón, a las órdenes de Tamzin Townsend.

Cuando la presidenta de la academia, Ángeles González-Sinde, la llamó hace un par de meses para ofrecerle la medalla, se quedó "fría y cortada". "Por supuesto que la acepté, pero con el vértigo y el miedo de pensar en todos mis predecesores, nombres como los de Fernando Fernán-Gómez, Querejeta o Concha Velasco, con los que he trabajado y a los que admiro", explicaba la actriz durante un acto en el que recogía la medalla ante la prensa.

Nacida en 1970, comenzó su carrera en el cine a los quince años con El sueño de Tánger del desaparecido Ricardo Franco, un director que para Maribel Verdú, "fue lo más". "Se que esté donde esté estará feliz por este premio", explicaba la actriz, que rodó más tarde con él La buena estrella.

Con una carrera en la que figuran títulos como Amantes, de Vicente Aranda; La Celestina, de Gerardo Vera; Oviedo express, de Gonzalo Suárez; El laberinto del Fauno, de Guillermo del Toro, o Y tu mamá también, del mexicano Alfonso Cuarón; acaba de terminar el rodaje de Tetro, de Francis Ford Coppola, junto a Carmen Maura.

"Esta semana ha estado Coppola en Madrid doblando algunas de las escenas, incluso ha venido al teatro a verme. Tengo que decir que es un ser excepcional, y como con todos los grandes, con él es muy sencillo trabajar, porque crea a su alrededor un ambiente delicioso, además, con Carmen Maura yo ya tenía una relación estupenda", comentaba.

Maribel Verdú, que estuvo cuatro meses en Argentina rodando Tetro, da vida en la película a Miranda, una mujer que vive entre las rivalidades de una familia de artistas. La actriz madrileña, que a sus 39 dice que tiene "la cabeza en su sitio", reconoce que en 25 años de carrera ha hecho "muchas barbaridades": "Antonio Resines y yo hemos hecho de todo y siempre salimos bien parados".

Acaba de regresar al teatro con la obra Un Dios salvaje, una comedia de Yazmina Reza, dirigida por Tamzin Townsend y en la que comparte cartel con Aitana Sánchez-Gijón, Pere Ponce y Antonio Moler, con la que estarán en el Teatro Alcázar de Madrid hasta febrero. "El teatro tiene muchas cosas que no tiene el cine. Una película tiene 200 copias, una obra sólo un día en un lugar y a una hora. Si tienes a Ralph Fiennes en escena o el cine, vas a verle al teatro, al cine puedes ir en cualquier momento", argumenta.

A la espera de si la Academia de Cine de Hollywood elige finalmente Los girasoles ciegos, de José Luis Cuerda, para competir por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, Maribel cree que "estar ahí es suficiente, es muy difícil salir elegido entre 95 países".

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