Álvaro Salvador presenta esta tarde, en el ciclo Los martes de la Cuadra Dorada, en La Casa de los Tiros, su último libro de poemas, La canción del outsider, con el que el año pasado obtuvo el XI Premio de Poesía Generación del 27. El acto contará con la introducción del también poeta y escritor Andrés Neuman.

"Éste es un libro en el que he estado trabajando durante los diez últimos años", comenta el poeta, uno de los iniciadores, junto con Javier Egea y Luis García Montero, de la corriente conocida como Nueva Sentimentalidad a comienzos de los años ochenta. "El último libro que publiqué fue en 1998. Ahora creo que escribo muy lentamente".

Tan lentamente que el libro incluyo un largo y épico poema, Estación de servicio, en el que Salvador llevaba trabajando más de veinte años y con el que consiguió el Premio de El Tren 2007.

"El libro, en general, es un poemario que intenta ser muy diferente a mis libros anteriores", explica el poeta granadino. "He procurado eliminar el tono elegiaco y dejarme llevar por una poesía más directa, más fresca, más sarcástica, en la que he utilizado mucho el sentido del humor. Es una poesía más celebratoria del presente, del instante".

La canción del outsider es una obra dividida en seis partes que hace un recorrido por todos los géneros que a Álvaro Salvador le atrajeron en su momento. "Supongo que es un resumen de los tipos de poesía a los que me gustaba acercarme. El libro incluye haikus japoneses o poemas al estilo de la canción tradicional española. También poemas muy extensos y épicos. Hay, además, algunos poemas experimentales y epigramas de tipo sarcástico. En general, son todos poemas muy diferentes".

La enorme cantidad de reseñas en la prensa cultural que recibió La canción del outsider han hecho que Salvador se sienta como un poeta reconocido. "Me siento en cierto modo así, pero también hay que tener en cuenta que los grandes genios de la poesía nacieron en el siglo XX y es imposible que se repitan. Soy consciente de que tengo una obra que está considerada, que está en los manuales. Estoy a punto de cumplir los 60 años y llevo escribiendo cuarenta".

¿Qué siente un poeta cuando se encuentra en los libros de texto? Salvador reflexiona: "Uno percibe que tal vez lo que ha hecho es importante, cuando la gente se aprende poemas de memoria o cuando te encuentras un poema que escribiste por ahí colgado en una pared. Entonces merecen la pena todos esos malos ratos que has pasado, las luchas, los malentendidos".

El libro se llama La canción del outsider, porque Álvaro Salvador siempre se ha visto "entre bambalinas, como fuera de juego, y al mismo tiempo moviendo los hilos de las cosas".