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Arranca el Hay Festival como una reunión de los "mejores amigos"

  • El director del certamen, Peter Florence, anuncia "días grandes", mientras que expertos en arquitectura critican la proliferación actual de crear edificios 'icono' sin sentido cuyo fin es "seducir a los políticos"

"Esto es una reunión de amigos que han decidido hacer algo juntos, y son los mejores amigos que puede tener el festival". El director de Mapfre Hay Alhambra Festival, Peter Florence, abrió con esas palabras ayer uno de los certámenes culturales más importantes que existen en España y que hará confluir en estos tres días a personalidades como la del Premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk, David Trueba, Fernando Savater, Miguel Ángel Aguilar, Martin Amis, Maruja Torres, Javier Cercas, Adonis o Andrés Trapiello, entre otros.

La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, fue la encargada de inaugurar ayer la segunda edición del Hay Festival en el Palacio de carlos V en un acto en el que destacó "la riquísima diversidad cultural de Europa" y la magnífica acogida que Granada ha dispensado al certamen.

"El festival explora la conexión entre Oriente y Occidente", señaló la consejera, quien señaló que la aportación de la Junta a su programa, además de los 60.000 euros para el presupuesto, era la apuesta "por al seña de identidad de la cultura andaluza y española: el flamenco", que anoche estuvo presente en el Palacio de Carlos V de la mano de la compañía de Eva Yerbabuena.

Pablo Jiménez Burillo, director de la Fundación Mapfre, uno de los principales patrocinadores del certamen, recordó, por su parte, cómo hace dos años convenció a Peter Florence de la idoneidad de visitar Granada para que fuese una futura sede del certamen, junto a las que ya existían en las ciudades de Cartagena de Indias, Belfast, Nairobi y Segovia. "El Hay Festival es uno de los grandes acontecimientos culturales de España", incidió. "Este encuentro va más allá de cualquier cosa. Es un lugar para la reflexión".

Peter Florence, por su parte, se mostró admirado nuevamente de estar presente en la Alhambra y de que el festival se celebre en su interior. "Cualquier cosa que funciona bien", dijo, "se basa en la reunión entre personaes y en compartir placeres. Creo que van a ser éstos unos días grandes", añadió tras felicitar a las responsables del certamen en Granada, Sheila Cremaschi y Cristina Fuentes.

El primer acto del Mapfre Hay Festival Alhambra estuvo protagonizado por los arquitectos Juan Miguel Hernández de León y Mikel Landa y el historiador artística William J.R. Curtis -en sustitución del arquitecto Álvaro Siza-, quienes criticaron la proliferación de edificios 'icono' en medio mundo y pidieron que, en tiempos de crisis, se busque una arquitectura sostenible y comprometida socialmente.

Curtis comenzó alabando el lugar en el que se encontraba. "La Alhambra", dijo, "es un microcosmos de mundos y culturas solapadas, un mito edificado, un poema en tres dimensiones". Tras ello, planteó la necesidad de alcanzar nuevos modelos, más adecuados a los tiempos que corren.

La arquitectura ha sufrido últimamente "los excesos del 'sistema estrella', las distorsiones del capitalismo globalizado y la privatización implacable del espacio público. La ciudad se ha visto reducida a un circo de trucos formalistas en los que los edificios 'icono' piden atención a gritos".

Curtis, en su Meditación sobre la Alhambra, aseguró que los "gestos sensacionalistas" en el arte de la edificación carecen de valor duradero y son "simplemente recursos para seducir a los políticos e inversores".

En su opinión, la arquitectura "debe servir a largo plazo tanto a la sociedad como a la cultura", y debe contribuir a mejorar "la ciudad, el paisaje y al naturaleza". Hernández de León, presidente del Círculo de Bellas Artes de Madrid, afirmó por su parte que la crisis influirá lógicamente en que se construyan menos edificios y viviendas, pero "no tiene por qué condicionar la lógica arquitectónica", y prueba de ello es que en la crisis de 1929 se idearon muchos de los "máximos modelos de la arquitectura del siglo XX".

Mikel Landa, profesor de la Escuela de Arquitectura de Navarra, cree que la edificación se debe mirar hoy día "de una forma más humilde, más tranquila, y se deben utilizar los materiales tradicionales, todo ello con vistas a conseguir "una arquitectura nueva, sostenible", según explicó.

Esa arquitectura es muy distinta a la "mediática" que tanto se potencia en la actualidad, quizá, dijo Landa, porque "las ideas se agotan".

Cuando se entiende la arquitectura como "un problema visual", se cae en la proliferación de edificios "icono", un tipo de construcción que podría "quedar situada en el olvido" si se tuvieran en cuenta "los valores esenciales" de esta disciplina.

La Alhambra invita a hacer una lectura contemporánea de los valores del pasado, y así lo entendieron los arquitectos e historiadores que a finales de losaños cincuenta firmaron el Manifiesto de la Alhambra, que propuso "cuestiones de enorme valor" para la arquitectura española, según recordó Hernández de León.

Y la Alhambra, añadió Curtis, puede servir hoy de "espejo, lente o quizás como un cristal a través del cual pueden refractarse verdades e ideas".

Este edificio "obsesiona" en la actualidad a los que están "preocupados con la búsqueda del adecuado equilibrio entre lo local y lo universal en los países en vías de desarrollo", afirmó Curtis, para quien, en épocas de crisis, conviene "comprender los principios de la arquitectura del pasado y transformarlos en términos modernos".

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