El grupo Atroj es un curioso y llamativo experimento, no de fusión, sino de encaje entre las músicas de tradición oral de la Península Ibérica y las de la cultura bereber. El grupo, impulsado por el ex integrante de Lombarda Manuel Miguel Mateo, actuó anoche y volverá a hacerlo hoy, a partir de las 12:00 horas, en el pub El Secadero de Alhendín.

"El Mediterráneo, el Mare Nostrum, el mar que nos une y nos separa al mismo tiempo, ha sido durante muchos siglos y hasta nuestros días motivo de enfrentamientos y distanciamientos", asegura el grupo. "Y, sin embargo, la misma ola rompe una y otra vez en las dos orillas: en Alhucemas y en Almuñécar, en Suani y Salobreña, en Thara Yousef y Torrenueva". El grupo ha intentado, en cierto modo, convertirse en ese mismo mar que lame las dos orillas y unir lo mejor de sus músicas.

Atroj, palabra con la que antiguamente se denominaba al espacio en el que se guardaban la paja y los aperos de labranza, y que podría ser entendida como 'desván', está integrado por Gustavo Reyes (tar, duff, bendir, darbuka, batería y coros), Manuel Miguel Mateo (dulcimer, percusión y voz) Juan Antonio Rodríguez (whistles, gaita gallega, flauta travesera de madera, flautas de pico y clarinete) y Acharf El Idriss (mandola, hajhuj, bajo, guitarra y voz). La música que practican podría denominarse como ibero-bereber y es de una sonoridad tan peculiar que la banda ha sido seleccionada para la final del Tercer Concurso de Folk Escenario Prau, que se celebrará el 24 de mayo en Santander. Atroj también ha sido incluido como invitado en el Pericote Folk. El riquísimo folklore tradicional español y el sorprendente acervo cultural del norte de Marruecos son la base de la que se nutre la formación, un grupo profundamente exquisito.