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El Bellas Artes abre hoy sus puertas tras cuatro años de 'retiro forzoso'

  • El ministro de Cultura asistió ayer a la inauguración oficial del reformado espacio expositivo del Palacio de Carlos V, que estrena también proyecto museográfico

Por fin, tras cuatro años de 'retiro forzoso', el Museo de Bellas Artes de Granada vuelve hoy a abrir sus puertas al público. El ministro de Cultura, Cesar Antonio Molina, desempolvó ayer el libro de firmas oficial en la puesta de largo del reformado espacio que acoge el Palacio de Carlos V. La consejera de Cultura, Rosa Torres, le acompañó por las diez modernizadas salas en las que se exhibe una colección renovada casi al cincuenta por ciento para el reestreno: un recorrido en el que pudieron comprobar qué ha sido del arte en Granada y qué ha sido Granada a través del arte desde los siglos XV al XX.

Pero fue un visita sin recreación. El propio Molina pidió disculpas por la rapidez con la que se desarrolló su visita relámpago a Granada. El compromiso imprevisto de la celebración del cumpleaños del Rey cuando ya tenía la cita cerrada para la inauguración oficial del Museo de Granada le obligó a regresar rápidamente a Madrid y a realizar con celeridad los actos previstos en la Alhambra; una de las convocatorias culturales que ha suscitado mayor expectación.

Durante su intervención, el ministro tuvo palabras de elogio para la renovación de las instalaciones, "una actuación muy delicada" porque "el Palacio de Pedro Machuca exige un respeto especial, como así lo ha tenido en cuenta el arquitecto encargado del proyecto, Antonio Jiménez Torrecillas". "La intervención ha valorado las cualidades del espacio y tiene muy presente el entorno a través de unas instalaciones muy diáfanas. Gracias a la reforma el museo puede ofrecer, además de la propia belleza del lugar, las mejores condiciones de conservación del monumento", insistió.

Molina también destacó la labor del equipo del Museo de Bellas Artes, "que ha elaborado un discurso que pone de relieve la singularidad del arte de Granada" y mostró su satisfacción por la "excelente colaboración" entre Ministerio y Junta de Andalucía en este proyecto, "en el que se han invertido 3.800.000 euros, al cincuenta por ciento cada institución".

Cerca de una decena de obras de las catorce adquisiciones y ocho nuevos depósitos con los que se han incrementado los fondos del museo en este tiempo se han colgado en las paredes para completar la exposición permanente. Como dijo la consejera, se han afrontado unas mejoras "en una colección ya de por sí muy interesante"; un trabajo de restauración por el que felicitó al equipo del museo, "que día a día ha estado trabajando, aún cuando el centro estaba cerrado, para hacer posible el nuevo discurso".

Pero esa decena de obras no son las únicas novedades que el Museo de Bellas Artes exhibe tras su cierre parcial. De las más de 2.000 obras que posee la institución, la nueva exposición permanente, formada por 124 piezas, muestra también algunas pinturas restauradas durante este tiempo. Precisamente, esos trabajos de restauración han sido una de las causas de la demora en la reapertura del centro, que se cerró al público en otoño de 2003 para una reforma que debían durar un año.

La polémica ha acompañado durante este tiempo a las obras de adaptación que empezaron con retraso y que se han visto demoradas por causas tan rocambolescas como el hallazgo de una rara colonia de murciélagos, una especie protegida que obligó a paralizarlas durante seis meses.

Tras la espera, las ocho salas de exposición permanente, la destinada a muestras temporales y la dedicada al descanso y la lectura de las que consta el nuevo espacio diseñado por Jiménez Torrecillas mostraron ayer sus mejoras en la iluminación, climatización, mobiliario y accesibilidad.

El Museo de Bellas Artes de Granada, que recaló en el piso superior del Palacio de Carlos V en 1958 tras una itinerancia por distintos espacios públicos granadinos, se adapta de esta forma al Plan de Calidad de los Museos Andaluces.

La soberbia arquitectura del Carlos V abraza unas piezas que repasan desde el Renacimiento a las Vanguardias del arte granadino. Desde Diego de Silóe o Sánchez Cotán hasta Manuel Ángeles Ortiz, José Guerrero o Manuel Rivera, el nuevo proyecto museográfico exhibe obras de una amplia selección de creadores como pudieron comprobar ayer los numerosos invitados a la inauguración oficial.

Entre los asistentes al acto se encontraban los nombres más relevantes de la vida política y cultural de Granada. En su visita a las intalaciones, el ministro y la consejera estuvieron acompañados por el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, la directora del Patronato de la Alhambra, María del Mar Villafranca, y el director general de Museos de la Junta, Pablo Suárez. El presidente de la Diputación, Antonio Martínez Clarer -que había firmado minutos antes un convenio de colaboración con César Antonio Molina para el Centro José Guerrero- y la diputada de Cultura, Asunción Pérez Cotarelo también formaron parte de la nómina de invitados.

El edil de Cultura, Juan García Montero, el delegado de Cultura de la Junta, Pedro Benzal y la delegada del Gobierno, Teresa Jiménez fueron otros de los asistentes al acto, que contó con la presencia de representantes del mundo universitario y artístico granadino, como el catedrático de Literatura Andrés Soria Olmedo o el músico Enrique Moratalla.

También estuvieron presentes el arquitecto responsable del proyecto, Antonio Jiménez Torrecillas, y el director del Museo de Bellas Artes, Ricardo Tenorio, quien comentó que "lo más difícil de diseño del proyecto museográfico" ha sido elaborar una selección que resulte "coherente y ordenada". El resultado ha sido una colección de pinturas, esculturas, esmaltes y miniaturas que permite una lectura en profundidad de las artes plásticas granadinas.

Para ello el museo cuenta con algunas obras que no se habían exhibido nunca en Granada, o que estaban dispersas en otros centros de la ciudad. Así, entre las novedades adquiridas se encuentran El jardín abandonado del Palacio de Víznar, de Santiago Rusiñol. También Arcos negros, de José Guerrero, Espejo inquieto, de Manuel Rivera.

La institución cultural, propiedad del Ministerio de Cultura y gestionada por la Junta de Andalucía también posee ahora la Capilla Real de Granada, noche de luna, de Darío Regoyos, Paseo por los cipreses, de Manuel Ángeles Ortiz, Ayuntamiento de Granada, de Mariano Fortuny, o Carpintería de la calle de la colcha, de López Mezquita.

El resultado de la suma de las nuevas piezas, del cuidado diseño museográfico y la sutil y rigurosa intervención arquitectónica es un nuevo Museo de Bellas Artes que Rosa Torres describió en su dedicatoria del libro de firmas como "un compromiso cumplido" de "luz, color, calor y paisaje" y César Antonio Molina calificó como un "ejemplo de la riqueza artística de nuestro país".

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