La primera noche de conciertos de la decimocuarta edición del Festival Internacional de Benicàssim (FIB) superó sus registros anteriores al lograr atraer a más de 20.000 personas. Así lo confirmaron fuentes municipales después de que la oferta musical de antenoche, comandada por los islandeses Sigur Ros y donde los barceloneses Facto Delafé consiguieron un lleno total.

Los organizadores esperaban anoche que el grueso del público se desplazara al recinto para disfrutar de conciertos como los de My Bloody Valentine, Mika, La Casa Azul, Rosin Murphy o Babyshambles, con lo que la cifra de asistentes podría rozar las 40.000, como en las últimas ediciones, aunque previsiblemente el día de mayor asistencia sea mañana la jornada musicalmente más atractiva de este año.

La llegada de numerosos 'fibers' anglosajones, australianos, sudafricanos y canadienses está haciendo que el festival parezca en ocasiones "tomado" por los británicos. Por el momento no se han registrado incidentes destacables y en el aspecto sanitario prevalecen las insolaciones, rozaduras, intoxicaciones y cortes en los pies. Los 'fibers' aprovecharon ayer para recuperarse de la gran fiesta del jueves, que se alargó hasta casi el amanecer.