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Centro Lorca: en las entrañas del coloso de hormigón

  • La constructora se enfrenta a un doble reto: construir en 15 meses una estructura compleja e inusual, y hacerlo en uno de los lugares más transitados y desafiantes del casco histórico de la capital

Compleja por la situación estratégica del solar y, sobre todo, por lo inusual de la estructura del edificio. Las obras del futuro Centro Lorca, que desde el pasado 8 de abril se encuentran en la segunda fase de ejecución, se caracterizan por no ser precisamente una construcción al uso.

La empresa que acomete las obras, Ferrovial Agromán, cuenta con quince meses para hacer realidad el arriesgado proyecto Escenarios urbanos, ideado por los jóvenes arquitectos Mara Gabriela Partida Muñoz y Héctor Mendoza Ramírez, que fue seleccionado de entre otros 173 por un jurado presidido por el arquitecto Rafael Moneo en enero de 2005.

El delegado de la constructora en Andalucía Oriental, Emilio Fermín López Pacetti, explicó a Granada Hoy en una visita a pie de obra que "probablemente no haya en Granada un edificio tan singular" como el futuro centro que albergará el legado del poeta de Fuente Vaqueros en la Plaza de la Romanilla, aunque siempre dejando claro que su opinión sólo atiende al "punto de vista de la ejecución y nunca del diseño".

Concluidos los movimientos de tierra y los correspondientes estudios arqueológicos de la primera fase (la segunda también fue adjudicada a Ferrovial por 9,5 millones de euros el pasado mes de enero), la tarea se presenta ardua si se tiene en cuenta que, debido a la complejidad de la estructura de este espacio, el trabajo se planificará de forma diferente a lo estipulado. "La edificación de cualquier edificio no singular suele llevar el 50 por ciento del plazo previsto para una ejecución de obra pero, en este caso, nos va a llevar algo más de tiempo", reconoció David Orzáez, jefe de obra Centro Federico García Lorca.

La causa, según añadió el delegado de Ferrovial, son "los muros vistos" que aún se continúan definiendo estos días, de forma que "se siguen haciendo muestras con los arquitectos". Esto significa que la mayor parte de los muros vistos de hormigón serán finalmente parte de la fachada del edificio.

Complicaciones a las que se añade la estratégica situación del solar, que provoca "problemas en los accesos a la plaza". En cualquier caso, Ferrovial asegura tener "experiencia en obras similares cercanas y de este volumen". Según apuntó Orzáez, al difícil acceso de los vehículos se suma "el gran número de viandantes" que transita diariamente por la plaza. Y son asuntos que, según precisó, corren a cargo de la empresa: "Tenemos que poner los recursos necesarios para ordenar el tráfico de vehículos y viandantes, procurando en todo momento la seguridad".

Sobre este punto, el delegado de Ferrovial quiso aprovechar la ocasión para "agradecer la colaboración de la Policía Local y especialmente, al área de Movilidad y Comercio", con la que, según valoró, "tenemos una relación bastante cordial".

Problemas aparte, la empresa afronta su cometido con sobradas energía y con las garantías de haberse encargado de la fase anterior, en la que "se ejecutó la excavación del solar y los muros de contención medianeros para bajar unos 10,50 metros desde la Plaza de la Romanilla". Además, cabe apuntar como referencias que la constructora ha afrontado anteriormente otros proyectos de envergadura.

Entre ellos, destaca la adaptación del Liceo de Barcelona o del vanguardista CaixaForum de Madrid, la rehabilitación de la sede granadina de la Tesorería y el Museo de la Caña de Azúcar de Motril, así como la del Palacio de San Telmo en Sevilla y la construcción del Museo Picasso de Málaga. Precisamente, en esta última capital la empresa acomete en estos momentos las obras del Museo Automovilístico y del Centro Cultural.

Dilatada experiencia que garantiza credibilidad para que en quince meses -tal y como planifica Ferrovial- esté a punto el edificio granadino de vanguardia que pretende ser referencia de la cultura. De momento, el solar, de unos mil metros cuadrados de superficie, es un enorme agujero de más de diez metros cuadrados de profundidad del que "se han extraído unos 11.000 metros cúbicos de arena". Al respecto, el jefe de obra precisó que, "sumados a lo que se ha añadido para la cimentación, el total es de 12.000". Todo esto para albergar tres plantas de sótano por debajo de La Romanilla.

Un equipo de 20 personas trabaja en cerrar la cimentación de esta estructura que en los próximos días será hormigonada. Para ello, se ha montado una grúa que podría alcanzar los 30 metros de altura en los próximos meses. En los laterales, varios operarios descarnan la pared, quitando la parte de gunita que tapa la pantalla de micropilotes o muro de contención, mientras otros ultiman el cuadro eléctrico correspondiente a las instalaciones provisionales de obra.

Alrededor de este enorme foso se sitúan las casetas de los comedores, vestuarios, oficinas de encargado y baños. El grupo de trabajo no está cerrado, ya que en fases punta de la ejecución se sumarán más trabajadores, de forma que "habrá que encadenar muy bien los oficios". Un trabajo en cadena para garantizar que la obra esté culminada en 2009 para convertirse en el gran referente internacional del legado lorquiano.

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