Carlos Castilla del Pino era considerado una de las personalidades más valiosas de la intelectualidad andaluza. Su pérdida ha causado una honda conmoción en la comunidad autónoma, especialmente en las provincias de Cádiz, donde nació, y Córdoba, donde vivió la mayor parte de su vida. Un dolor que fue expresado por representantes de distintos ámbitos, desde la política hasta la ciencia.

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, lamentó la "irreparable pérdida" que supone el fallecimiento del psiquiatra, "un brillante ejemplo a seguir de andaluz universal".

"Los andaluces nos sentimos orgullosos del legado que deja este gran intelectual, cuya figura ha sido reconocida y distinguida por numerosos galardones", entre ellos el de Hijo Predilecto de Andalucía en 1985.

Griñán sentía ayer "un enorme sentimiento de orfandad" porque Castilla del Pino fue una de las personas que más le ayudaron a lo largo de su trayectoria política "como representante de la ciudad de Córdoba".

El presidente andaluz destacó que este "investigador del alma humana y magnífico escritor" le deslumbró a él y a muchos andaluces en los años 60 con una conferencia en la Universidad de Sevilla sobre la alienación de la mujer: "Conocimos a un investigador y a un profesor perseguido por el régimen franquista, que nunca le reconoció sus méritos, y nos deslumbró por sus conocimientos, mucho más amplios que los que teníamos en ese momento".

Por su parte, la consejera de Obras Públicas de la Junta y ex alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, envió su "solidaridad más sentida" a la familia del prestigioso psiquiatra. "Hoy es un día en el que Córdoba pierde a una persona que siempre se ha adelantado a los tiempos y que ha sabido entregar a esta ciudad una manera distinta de mirar hacia la vida, hacia el progreso y el avance", señaló Aguilar, que considera que el autor de Casa del Olivo "ha sabido dejar un legado de conocimiento e investigación extraordinario: ha marcado un punto de referencia en la ciudad y en Andalucía".

dolor en córdoba

La presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, Carmen Calvo, que se acercó al tanatorio de las Quemadas para dar su pésame a los familiares, indicó que Córdoba no siempre se portó con Castilla del Pino "como debiera". El gaditano era una persona muy reconocida en este país por su obra y su firmes convicciones, algo que la sociedad cordobesa "no siempre consideró en su justa magnitud".

Calvo afirmó que con su fallecimiento "España pierde a un testigo moral y coherente de su historia", un testigo "encomiable de la izquierda de este país" y un intelectual cuyo ámbito de creación era "inabarcable".

Por su parte, el alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, destacó el compromiso que mantuvo durante toda su vida el psiquiatra con la democracia y los valores de convivencia. Ocaña aseguró que la muerte de Castilla del Pino es una "noticia muy triste" para la ciudad, de la que era hijo adoptivo.

Carlos Castilla del Pino ha sido "un intelectual de primera línea", en palabras de Ocaña, quien lamentó la pérdida de "uno de los hijos más ilustres de Córdoba", a la que ha dado "prestigio con la producción de sus trabajos".

También se sumó al dolor por la muerte del ensayista el primer teniente de alcalde y delegado de Relaciones Institucionales y Cultura del Ayuntamiento, Rafael Blanco: "Supone una pérdida muy importante para la cultura cordobesa, pues se trata de una persona que ha marcado toda una época como médico, intelectual y escritor".

Blanco recordó que el psiquiatra ha sido un hombre "comprometido con sus ideales y con Córdoba, un referente en psiquiatría y una persona fundamental para la cultura cordobesa y la española". Asimismo, destacó que Castilla del Pino fue profesor suyo en la Facultad de Medicina de Córdoba y guarda "un magnífico recuerdo" de los años en los que le dio clase.

compañeros médicos

El presidente del Colegio de Médicos de Córdoba, Serafín Romero, valoró la aportación de Castilla del Pino a la formación de estos especialistas, uno de los mayores logros de su trayectoria profesional. Romero señaló que la muerte del sanroqueño "la van a sentir muchos médicos y profesionales de la psiquiatría, que han bebido de esta fuente única e irrepetible".

Romero hizo hincapié en su larga trayectoria profesional, en la que además de abogar por la mejora de la formación de los psiquiatras promovió la reforma de la profesión.