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Cristina Viñes captura las esencias románticas de la Alhambra

  • La catedrática de Historia Contemporánea recoge en su libro 'La Alhambra que fascinó a los románticos' todas las impresiones que el monumento causó en los viajeros de los siglos XVIII y XIX

"Granada es el país más bello del mundo". Lo escribió Alejandro Dumas para ofrecer su impresión de la ciudad. Él no fue el único al que fascinó la Alhambra. Personajes como la emperatriz Sissy, Teófilo Gautier, Próspero Merimé, Washington Irving, Richard Roberts, Richard Ford, Hans Christian Andersen, Maximiliano de Austria, Mariano Fortuny o Edmundo de Ámicis quedaron atrapados por el embrujo granadino. Sus viajes, sus visitas y sus impresiones son lo que recoge la catedrática de Historia Cristina Viñes en su libro La Alhambra que fascinó a los románticos y que relata cómo impresionó el recinto nazarí a un buen puñado de escritores y artistas.

"Éste es un libro muy atractivo, porque aborda la mirada inquieta de los siglos XVIII y XIX", dijo ayer Manuel Mateo Pérez, responsable de la editorial Tinta Blanca, que ha publicado el libro. "Desde que leímos el manuscrito le vimos muchas posibilidades".

"En el libro se aúnan tres cosas", dijo por su parte Cristina Viñes: "La Alhambra, los románticos y los libros de viajes. Aquí se funden esos tres elementos". La obra recoge los testimonios y textos de 70 personajes a lo largo de la historia, tanto extranjeros como españoles. De ellos se ofrece al final del libro un pequeño texto biográfico para situarlos en su contexto. También ofrece numerosas láminas, dibujos y fotografías de los pintores románticos.

"He intentado situarme en esos visitantes e ir avanzando por la Alhambra de la mano de ellos", explicó Viñes, "colocarme delante de Granada, desde la primera visión que se tiene de la ciudad cuando se la ve desde lejos para ir luego penetrando en sus calles hasta recorrer unos palacios de ensueño".

Precisamente, la palabra 'sueño' es la que más mencionaron todos los románticos a la hora de describir el recinto monumental nazarí, tal y como destaca en su prólogo José Carlos Mainer. "Esos viajeros de los siglos XVII y XIX", destacó Viñes, no sólo quisieron vivir la Alhambra, sino también entenderla. Para ello miraron hacia el pasado, descubrieron bellezas ignoradas o subieron hasta lo alto de la Alcazaba. Querían comprenderla a fondo. Fue precisamente Edmundo de Ámicis quien dijo: 'Es que la Alhambra no es un palacio, es una ciudad'. Yo he querido plasmar lo que vieron, lo que vivieron y lo que sintieron allí".

Aunque la escritura del libro ha sido relativamente rápida, el proyecto ha copado prácticamente media vida de Cristina Viñes, según reconoció ayer. "Desde que comencé a trabajar en mi tesis La Alhambra de Granada, tres siglos de historia en los años ochenta, ya tenía a los viajeros románticos presentes. A lo largo de todos esos años he ido recopilando material". Un material que ha supuesto un libro necesario y preciso para entender el recinto monumental.

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