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Cuarteto Casals, menos es más

  • La formación ofrece un concierto lleno de virtuosismo y emoción en el Hospital Real con obras de Mozart o Haydn.

El Cuarteto Casals es ya, a estas alturas, toda una institución en el panorama musical internacional, una formación que rompe moldes sin necesidad de recurrir a ninguna excentricidad. Después del memorable concierto de la Royal Philarmonic en el Carlos V de la noche anterior, y un día antes de la actuación de la BBC Philharmonic, el Cuarteto Casals demostró que, en música, en muchas ocasiones menos es más y firmó una actuación llena de ese virtuosismo que no tiene nada de acartonado, que es vibrante y dinámico, con alma. Con una presencia regular en los mejores auditorios del mundo, entre ellos el Carnegie Hall de Nueva York, el Wigmore Hall de Londres, el Musikverein de Viena o la Philharmonie de Berlín, el grupo desembarcó en el Hospital Real con su propuesta medida, elegante, con un programa que revisitó grandes partituras del género como el Cuarteto de cuerdas en do mayor núm. 19, K 465 'Las disonancias', de Mozart o el Cuarteto de cuerdas en do mayor, op. 33 núm. 3 (Hob. III.39) 'El pájaro', de Haydn.

La formación catalana, que ha grabado recientemente la integral de cuartetos de Schubert, incluyó en el concierto una pieza de Enrique Granados, creador de la escuela de piano en Barcelona y fallecido hace cien años en el naufragio de la nave Sussex, durante la Primera Guerra Mundial. Precisamente a Granados se le vincula estilísticamente con el romanticismo y con compositores como el vienés. El programa diverso que propuso Casals para el Patio de los Mármoles del Hospital Real cerró con una pieza de Ravel, su única composición para cuarteto de cuerdas, en un concierto que contó con la colaboración de Industrias Kolmer y Acción Cultural Española AC/E.

"Un programa tan variado sería motivo de pánico para muchas formaciones, que prefieren rodearse de monográficos antes que abrazar lo heterogéneo. No es este el caso del Cuarteto Casals, uno de los más versátiles del panorama internacional", señala Miguel Calleja en el programa de mano.

Su repertorio abarca todos los clásicos del género además de muchos desconocidos para el gran público, que han sabido tratar con cariño en el directo y en el estudio de grabación. Sus discos abarcan autores como Arriaga, Zemlinsky o Kurtág, junto con obras no tan famosas de Mozart o Schubert. Así, el Cuarteto Casals moldeó un concierto que navegó por todas las emociones, demostrando que aquellos cuatro jóvenes que se juntaron en 1997 sin más pretensión que tocar juntos La muerte y la doncella, de Schubert, son ahora una formación que puede ser la gran apuesta de una noche de Festival Internacional de Música y Danza.

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