60 Festival de Música y Danza de Granada. El festival de los pequeños. Compañía: Aracaladanza. Idea y dirección: Enrique Cabrera. Coreografía: Aracaladanza. Intérpretes: C. Arija Gallardo, I. Martín Prieto, J. Trueba Toca, J. Brea Salgueiro, N. Camolez, R. de la Plaza Húmera. Con música original de: Mariano Lozano P. Ramos. Escenografía y atrezzo: Elisa Sanz y Ricardo Vergne. Lugar: Teatro CajaGranada. Fecha: lunes 4 de julio de 2011.

Nubes -a caballo entre el sentido y el sin sentido- es el segundo espectáculo de la trilogía que la compañía madrileña Aracaladanza inventa para un público infantil inspirándose en maestros de la pintura como El Bosco, René Magritte y Joan Miró. Si la trilogía de esta compañía de danza contemporánea -fundada y dirigida por el coreógrafo Enrique Cabrera- se inauguró en 2006 con Pequeños paraísos y su tributo a El jardín de las delicias, pieza que lamentamos no se haya programado aquí, aunque celebramos que el Festival de Música y Danza nos brinde la ocasión, con Nubes, de presentarnos tan excelente compañía y espectáculo.

A diferencia de otros espectáculos que "infantilizan la realidad" para ofrecer un mero divertimento o una lección, más acorde con los valores de lo "políticamente correcto" que con el rigor de la exigencia ética y estética de la creación; Aracaladanza pone en pie un espectáculo en el que activa el juego del sentido y el sinsentido -¿Esto qué es?, al más puro estilo de la frase de Magritte Esto no es una pipa- y sabe contarlo articulando los lenguajes espectaculares -música original, coreografía, iluminación...- bajo una sola lengua, partitura o registro poético. Que es a su vez, el mismo registro con el elabora imágenes el inconsciente.

Nubes se concibe, pues, como una sucesión de imágenes que se pavonean por la escena. Esto no es una nube, es un rebaño de ovejas. No, esto es un vestido de globos. No, no esto es un pajarito. No, es un cascarón de huevo con patas. No, no... es un conjunto de hombres altísimos elegantemente vestidos con un huevo por cabeza... Surgen, danzan, desaparecen mostrando poéticamente la figura del doble, la sombra multiplicada, el otro, a veces asoma lo siniestro, otras lo absurdo, los lindes difusos entre los seres y los objetos, el sentido y el sinsentido.

Los objetos -manzanas verdes, bombines, camillas, nubes- alcanzan en las coreografías la misma altura de personajes, se con-funden. Al ritmo siempre de una música original cautivadora que termina sirviendo a la perfección el tono general del espectáculo: juguetón, irónico, amablemente imprevisible. Una joya más del compositor Mariano Lozano P. -con premios nacionales e internacionales que avalan sus más de tres décadas creando para la danza y el teatro-, y que ha plasmado a la perfección en su partitura el mismísimo tono de los cuadros de Magritte.

Espectáculo de factura impecable, poético, lúdico y discursivamente sabroso.