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Denuncia y melancolía de Pepe Suero

El cantautor aflamencado, músico autodidacta, andaluz, sevillano y del Cerro, Pepe Suero, sigue en la brecha, con esta recopilación. Autor comprometido, canta en sus letras, propias o de sus amigos Sánchez Pernía o Salvador Távora, a los oprimidos, a los castigados, a los menos favorecidos. Suero cree que la música comprometida sigue teniendo sentido en tanto siguen existiendo la opresión y la injusticia, en formas antiguas y nuevas. Una voz dulce que dice cosas amargas, fina, a punto de romperse, pero poderosa, en forma de rumbas tangos y bulerías. Pero también baladas o ritmos de marchas procesionales. Trabajadores, mujeres llorosas, campesinos pobres (que todavía los hay, aunque no hablemos de ellos), inmigrantes ilegales, curas comprometidos como Diamantino García... Ésos son los protagonistas de los versos de Pepe Suero.

Suero es un artista singular, que se inició en los sesenta haciendo versiones por rumbas de éxitos del momento, como este Lanoche de Adamo que incluye este disco. Por entonces se hacía llamar Pepe Romero. Con Andalucía, la que divierte, su segundo disco, de 1977, encontró su voz y el respaldo de un amplio sector del público, gracias en buena medida a la canción homónima de Salvador Távora que, además de vecino del Cerro y compañero de inquietudes, lo fue también en el Oratorio del Teatro Lebrijano y en la primera formación de La Cuadra. Denuncia de la opresión y de la violencia, con una pátina de melancolía.

Pepe Suero Guitarra: Manolo Rodríguez, Sergio García, Dani. ICAS. Producido por Arge Gestión Andaluz del Flamenco, 120 pp.

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