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Desnuda con la ropa puesta

  • María José de Córdoba reflexiona en la Casa de los Tiros sobre el proceso de la sinestesia en una exposición de videocreaciones, pinturas y grabados

"Soy yo", dice María José de Córdoba mientras enseñas sus videocreaciones en la Casa de los Tiros. "Es mi mundo interior". Su radiografía artística tiene colores chillones y tiene una característica especial: tiene música.

La muestra gira en torno al concepto de la sinestesia, que en el arte tiene que ver "con el área cerebral donde se mezclan imágenes, sonidos, olores, conceptos, sensaciones", explica la artista. "Es lo que pasa cuando oímos una palabra y la asociamos de forma inconsciente a un color, o la relación sinestésica ya antigua entre sonidos y colores o formas que está presente en la misma forma de representación de la música", continúa.

La sinestesia es una condición que tienen todos los niños pero que van perdiendo con el tiempo "por culpa de la especialización". Por eso, para trabajar con este concepto, María José de Córdoba ha vuelto casi a la niñez, un concepto que utilizan muchos artistas para crear libremente, sin las ataduras de la experiencia. En la senda que inauguró Kandinsky. "La sinestesia no es algo metafórico, en las resonancias se ve cómo se activas distintas áreas del cerebro ante un estímulo", defiende la creadora que ha expuesto parte de la obra que exhibe en la Casa de los Tiros en la World Fine Art Gallery de Nueva York.

Un mundo aún por descubrir donde psicólogos, neurocirujanos y creadores tienen mucho que decir. De hecho, María José de Córdoba se declara abiertamente "de ciencias". Y queda plasmado en las paredes de la exposición, donde ha dibujado una serie de derivadas. "Me gustan las matemáticas abstractas", confiesa mientras desvela el contenido de una fórmula: "No pertenezco a nada, soy una partícula mínima del Universo".

Tras esta definición, se para ante un rectángulo de sal, perfectamente alisado. Se trata de una pantalla 'ecológica' en la que se suceden distintas imágenes que pretenden revolver el interior del visitante. Uno de ellos, incluso, da un paso para atrás agobiado por un repentino vértigo. "Se trata de producir sensaciones", explica divertida la artista, que también muestra en otra sala de la Casa de los Tiros una serie de grabados realizados sobre polímeros sintéticos, tan traslúcidos que sirven incluso de negativos. Y nombres como Huellas, El sentido del amor, Ventanas... Otra vez el mundo interior de la artista.

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