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Dover actúa en la sala El Tren con su disco más mítico, 'Devil came to me'

  • La banda que lideran las hermanas Llanos regresan con el aniversario de un trabajo que la catapultó a la fama

El nombre Devil Came To Me Tour 2013 no deja lugar a dudas. Dover se han propuesto este año celebrar los quince años que han pasado desde que se publicara el disco que cambió sus vidas rescatando las canciones y el espíritu que alentó su ascenso. El vendaval que supuso su irrupción no tenía precedentes entonces, pues ningún grupo antes que ellos había logrado un éxito tan fulgurante e inmediato, aún más para un grupo que cantaba en inglés, y permanece inédito porque en esos quince años no solo nadie lo ha repetido, sino que los cambios en los hábitos de consumo parecen indicar que tendrá que pasar mucho tiempo antes de que alguien pueda emular el modo en que arrollaron un mercado que vivía sus últimos años de bonanza, cuando la industria aún creía dominarlo y no sospechaba el vuelco que le esperaba a la vuelta de la esquina.

En aquel 1997 el cuarteto lo formaban las hermanas Cristina y Amparo Llanos junto a Álvaro Díez y Jesús Antúnez. Cuando Serenade, Judas o Loli Jackson, las canciones insignia de un álbum plagado de singles potenciales, se auparon a lo más alto de las listas y sonaban por todos los rincones del país, el grupo ya había debutado un par de años antes con Sister. Igual que su predecesor, Devil Came To Me fue publicado por el sello Subterfuge un par de años antes, pero la revolución que supuso pilló con el pie cambiado a casi todo el mundo, desde la pequeña compañía que a duras penas podía afrontar un éxito para el que no estaba preparada, como las grandes compañías que se preguntaban de donde habría salido un grupo español que emulaba en el idioma de Shakespeare el ya viejo sonido grunge. Su éxito traspasó fronteras y dejó al grupo extenuado; no todos pudieron o quisieron seguir el ritmo endiablado del triunfo. Gestionar uno tan desmesurado dejó sus cadáveres por el camino pero una vez asentadas en el firmamento estelar, las hermanas Llanos siguieron obteniendo atención mediática y un éxito aceptable con sus subsiguientes trabajos, tanto en gran parte de Europa como al otro lado del charco.

Aún así, parecía inevitable que Dover fuera diluyendo su impacto hasta llegar a un punto de no retorno. Hubo cambios en la formación, temporadas de descanso tras agotadoras giras, algún que otro volantazo estilístico, no siempre bien recibido… y finalmente el silencio. La historia vivida por un grupo español era la repetición de otra, muchas veces contada, en la crónica del rock and roll. Hasta hace aproximadamente un año, cuando decidieron volver a la casilla de salida rescatando su seña de identidad, sin complejos.

Dover inició una gira por salas de pequeño y mediano aforo que ya los trajo a Granada la pasada primavera. Fue en Planta Baja, donde agotaron entradas sin esfuerzo. Los que crecieron con sus canciones tienen esta noche una segunda oportunidad. En la Sala El Tren a partir de las ocho de la tarde.

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