La actriz Elena Anaya protagoniza Hierro, un thriller psicológico del debutante Gabe Ibáñez, y se muestra convencida de que "los límites los pone la vida" aunque admite que "cada proyecto es un nuevo viaje".

Ganadora del Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Sitges, Elena Anaya estrenará tres películas más a lo largo de 2010, y sabe que el papel que interpreta en Hierro es "duro" pero "todos los personajes son difíciles", según admitió ayer en la presentación de la cinta. Sobre todo porque es "complicado meterse en la piel de otro y sentir cosas que a ti no te pasan".

El director madrileño Gabe Ibáñez debuta en el largometraje con este filme, que se estrena el próximo viernes y en el que Anaya encarna a María, una madre que pierde a su hijo en un ferry en dirección a la isla canaria de El Hierro.

Seis meses después, María lucha por superar el dolor de su pérdida pero la aparición de un cadáver de un niño le hará volver a la isla y enfrentarse a sus miedos.

Anaya utilizó el libro El pensamiento mágico de la norteamericana Joan Didion para su interpretación porque cuando "se sufre una pérdida de un ser querido, no se puede explicar con palabras". Pero, según Anaya, Didion lo consigue y ayuda a "entender las fases del duelo".

El personaje lo preparó "mucho" y aunque cada director se involucra de manera diferente en cada proyecto, Ibáñez ha demostrado con esta ópera prima que "tiene su espacio en el cine y que puede hacer películas mejores".

La canadiense Cairo Time, la francesa Enemigo público nº1 y el esperado regreso de Julio Medem con Habitación en Roma son los próximos proyectos de Anaya.

"Trabajar con Medem es un regalo y una vez más ha escrito un guión maravilloso en el que mi personaje es un tesoro", explicó entusiasmada la actriz aunque no adelanta más detalles. Sin embargo, en los próximos meses, volver al teatro le haría "muchísima ilusión".

Para Hierro, Ibáñez pensó desde el primer momento en Elena Anaya para interpretar a María y tenía que ser en la isla canaria de El Hierro porque es "un lugar remoto cargado de exotismo" con un paisaje estremecedor que cuenta lo que está sucediendo en la cabeza del personaje.

El filme tiene un guión formal clásico pero utiliza en repetidas ocasiones efectos especiales, la especialidad de Ibáñez, quien afirmó que lo hace de manera "contenida y sobria". Ibáñez fue en todo momento consciente de la dificultad del papel interpretado por Anaya, quien acapara "el 95% de los planos de la película" y se enfrenta a un personaje omnipresente e invisible, la isla. Por eso a través de libros, fotografías, músicas y sonidos Ibáñez ayudó a la actriz para que se ambientara y definiera a la perfección su personaje.

Otro de los protagonistas invisibles del largometraje es la banda sonora, que tiene una presencia muy fuerte por su "capacidad expresiva y de vislumbrar las sensaciones y los sentimientos de Elena". "La esperanza, la locura, la desesperación y la búsqueda" se describen a través de los sonidos que afectan al espectador en primera persona.

Procedente del mundo del cortometraje, el director cree que éste está hecho "para los realizadores" mientras que el cine "tiene que interesar al espectador".