El escritor malagueño Emilio Calderón se hizo ayer con el Premio de Novela Fernando Lara por su obra El judío de Shangai. La ficción se ambienta en la Segunda Guerra Mundial y está protagonizada por el cónsul español en Shangai, en un periodo convulso en que los japoneses mantienen ocupada la ciudad.

Historiador y fundador de la editorial Cirene, Calderón se impuso con su novela a las otras 222 que se han presentado este año al galardón literario, que está dotado con 120.200 euros. El jurado que se decantó por el texto ganador estaba compuesto por los escritores Ángeles Caso, Fernando Delgado, Juan Eslava Galán, Antonio Prieto y Carlos Pujol.

El autor de La ciudad sobre el mar ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria literaria en el terreno de la narrativa infantil y juvenil. En este campo ha editado una docena de libros entre los que se encuentran La momia que me amó, Continúan los crímenes en Roma, El último crimen de Pompeya, Roma no paga traidores y El misterio de la habitación cerrada, entre otras. El escritor ya exploró anteriormente en su novela El mapa del creador los años de la Segunda Guerra Mundial, la obra con la que dio el salto a la literatura para adultos. También ha cultivado el ensayo histórico con el libro Historia de las grandes fortunas de España y Amores y desamores de Felipe II.

Además del Premio de Novela Fernando Lara, la Fundación José Manuel Lara entregó otros galardones: el Manuel Alvar de Estudios Humanísticos, que reconoce el trabajo de la profesora granadina Amelina Correa Alejandro Sawa, luces de bohemia; y el Antonio Domíguez Ortiz de Biografía, por el texto sevillano Séneca, cortesano y hombre de letras de Francisco Socas.