El Chansonnier du Roy es un voluminoso manuscrito que contiene más de 400 canciones de troveros del siglo XIII y algunas danzas y estampidas, añadidas a principios del XIV. Savall ha grabado estas últimas completas (ocho estampidas y tres danzas), completando el disco con versiones instrumentales de cuatro canciones trovadorescas. Las recreaciones tienen la exuberancia tímbrica acostumbrada en Hespèrion, su libertad improvisatoria, aunque también se detecta cierta tendencia a la esencialización y al refinamiento por encima del color.
Desde finales del siglo XVI, Florencia fue el centro en el que se dio forma al nuevo estilo monódico que iba a desembocar enseguida en la ópera. El último disco de Vincent Dumestre se concentra en algunos de los compositores responsables de esa crucial transformación: hay madrigales de Saracini y Caccini y fragmentos de obras escénicas, Il Rapimento di Cefalo del propio Caccini y L'Orfeo Dolente de Domenico Belli. Solistas conocedores del estilo del recitar cantando, de su especialísima forma de ornamentar, y elegantísimo y variado acompañamiento instrumental.
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