Cultura

Fallece el granadino José Álvarez Lopera, uno de los jefes de Conservación de El Prado

José Álvarez Lopera (Algarinejo, Granada, 1950), "jefe de Conservación de Pintura Española hasta 1700" del Museo del Prado, falleció repentinamente el pasado 8 de febrero, según ha informado hoy la pinacoteca nacional en un comunicado.

Según explicó Javier Portús, jefe de Departamento de Pintura Española del Museo, hasta el año 2003 (año en el que cuando ocupó el citado cargo en el Museo del Prado), la vida profesional de Álvarez Lopera tuvo como punto de referencia la Universidad, primero la de Granada, donde se doctoró e impartió docencia hasta 1986, y más tarde la Complutense de Madrid, de la que ha sido Profesor Titular de Historia del Arte Contemporáneo desde ese último año.

A lo largo de más de treinta años de vida profesional profundizó en varias parcelas importantes de la historia del arte y del patrimonio histórico españoles, y fue uno de los historiadores que ha tendido mayores puentes entre el arte moderno y el mundo contemporáneo. 

Sus primeros pasos investigadores se dirigieron hacia la política patrimonial, y dieron como principales frutos el estudio 'La Alhambra entre la conservación y las restauración (1900-1915)' (1977), y la monografía 'La política de bienes culturales del gobierno republicano durante la Guerra Civil española' (1982), que fue su tesis doctoral y constituye un análisis lúcido, crítico y excelentemente documentado de uno de los episodios más importantes de la historia de nuestra política patrimonial. 

El interés por la historiografía artística y su relación con don José Manuel Pita Andrade le llevaron a profundizar en la recepción de la pintura del Greco durante el siglo XIX, lo que se plasmó en 'De Ceán a Cossío. La fortuna crítica del Greco en el siglo XIX' (1988). A partir de entonces una parte destacada de su actividad intelectual se dirigió al análisis tanto de la vida, el significado y la obra de este pintor, como de la historia de su recepción por intelectuales y artistas durante la Edad Contemporánea, todo lo cual lo ha convertido en una de las autoridades ineludibles en el Greco. 

Expresiones de esa dedicación son numerosas publicaciones, entre las que cabe citar las monografías 'El retablo del colegio de Doña María de Aragón' (2000) y 'El Greco: La obra esencial' (1993), o el catálogo de la exposición 'El Greco: identidad y transformación, celebrada en 1999-2000 en Madrid, Roma y Atenas'. En 2005 inició la publicación de 'El Greco. Estudio y catálogo', una ambiciosa empresa recopilación y análisis documental y de puesta al día del catálogo razonado del pintor, del que se han publicado dos de los cuatro tomos previstos. Igualmente, el conocimiento actual de la personalidad artística y la obra de otros artistas españoles, como el granadino Alonso Cano, le deben mucho.

Tras su incorporación al Museo Nacional del Prado, parte de su labor investigadora se dirigió hacia la historia de la institución y hacia los pintores españoles del Siglo de Oro, lo que dio como resultado obras como 'Valdés Leal: la vida de San Ambrosio' (2003), 'El Museo de la Trinidad en el Prado' (2004), o una importante revisión crítica de la decoración pictórica del Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro, en la que intervinieron artistas como Velázquez o Zurbarán. 

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