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Fallece Juan Habichuela, maestro del toque de acompañamiento

  • El guitarrista granadino afincado en Madrid mantenía una estrecha relación con su tierra, a la que intentó regresar en los últimos años de su vida

Si en el mundo del flamenco hay consenso es, sin duda, en torno a los artistas incuestionables. Se acaba de apagar la luz de uno de ellos, Juan Carmona Carmona, Juan Habichuela, una de las guitarras que más ha brillado en la historia grande del flamenco. Patriarca de toda una estirpe de tocaores, es hermano de Pepe Habichuela, Carlos Habichuela y Luis Habichuela (fallecido en 1993), hijo de Tío José y sobrino de Tía Marina Habichuela, padre de Antonio Carmona y Juan Carmona (Camborio), ex integrantes de Ketama, tío de Josemi Carmona, Pepe Luis Carmona y Rafael Santiago y abuelo del joven tocaor Juan Habichuela Nieto.

Todas las generaciones de flamencos desde los años 60 hasta aquí, nos hemos criado escuchando su toque en discos o en videos siempre atento, siempre pendiente al milímetro de la ejecución del cantaor o cantaora, siempre por delante, porque su conocimiento del cante es conocido, laureado e incomparable. Muy querido en todo el mundo del flamenco, la noticia de su muerte, aunque previsible, ha corrido como la pólvora inundando de tristeza el panorama nacional. Granada, su tierra, con la que mantenía mucha vinculación, llora especialmente el adiós del maestro y las manifestaciones de dolor no han cesado desde la Peña de la Platería hasta el Sacromonte, pasando por los talleres de sus queridos amigos guitarreros granadinos.

Biografía

Nació en 1933. Su infancia la pasó en las Cuestas de San Luis y muy joven pasó a formar parte de los elencos de las cuevas del Sacromonte. Según contaba en entrevistas, su padre lo llevaba frecuentemente a la plaza de toros de Granada por donde pasaban aquellas grandes troupes con artistas como Canalejas de Puerto Real, Cepero, Marchena, Valderrama, Niña de la Puebla o Pepe Pinto, muchos de los cuales acompañaría en el futuro. Estas visitas despertaron en él la afición por el cante "desde que tenía el babero", confesó al investigador José Guardia en un entrevista.

En su juventud trabajó en las cuevas del Sacromonte, inicialmente como bailaor, y posteriormente como guitarrista. Poco después de casarse en esta ciudad se marchó con Gracia del Sacromonte, sobrina del Ovejilla (uno de los espejos de Juan) con quien trabajó más de un año, para después, y requerido por el bailaor Mario Maya, marchar a Madrid para debutar en el tablao El Duende y Torres Bermejas donde pronto empezó a despuntar por su forma de entender el toque. A la vuelta del servicio militar su fama era tal que fue requerido para grabar junto a dos genios de la época, Rafael Farina y Manolo Caracol.

Muy sonado fue el dúo artístico que conformó durante décadas con el maestro de Puente Genil Antonio Fernández Díaz 'Fosforito'. Pocas veces se ha igualado en la historia del flamenco una pareja artística tal que quedará en el recuerdo de los buenos aficionados. Junto a éste se va de gira a Estados Unidos, actuando en la Expo de 1964 y ante la familia Kennedy en Washington en 1965. Ha realizado giras innumerables por los cinco continentes acompañando a las mejores figuras del flamenco, y está considerado como el guitarrista de acompañamiento que más discos ha grabado de todos los tiempos. De igual forma ha actuado en los espacios escénicos más importantes del mundo flamenco y durante más de medio siglo ha encabezado los carteles de los más destacados festivales internacionales.

Jacinto Almadén, Antonio Mairena, Jarrito, Terremoto de Jerez, Fernanda y Bernarda de Utrera, Chocolate, Lebrijano, Menese, Enrique Morente, Estrella Morente, Mariquilla, Manolete, Manuela Vargas, Chaquetón, Juanito Valderrama, Chano Lobato, Carmen Linares, Diego Clavel, José de la Tomasa, Rancapinos, Camarón, Pansequito, Miguel Poveda o Mario Maya, han sido algunos de los artistas que ha acompañado a lo largo de su trayectoria. Entre la multitud de galardones que posee, destacan el Premio de acompañamiento en el Nacional de Córdoba en 1964, Premio de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera, Premio Compás del Cante en 1994, Premio Cabal de Plata de RNE, Medalla de Oro de la Ciudad de Nimes, Trofeo Calle Alcalá de Madrid, Socio de Honor de la Peña de la Platería de Granada, a la que siempre estuvo muy vinculado, y un largo etcétera. "Gracias por hacerme sentir profeta en mi tierra", fueron las palabras emocionadas que pronunció el día de su homenaje en Granada en 1996.

Este año Granada le rindió uno de los homenajes más importantes que se recuerdan en esta ciudad y que congregó a la flor y la nata del flamenco de la época. El primer día de homenaje, que se realizó los días 2 y 3 de febrero, contó con artistas como Mariquilla, Chano Lobato, Rosario López, Antonio Carrión, Miguel Angel Cortés, El Tiriri de Málaga, Manuel Mirena, Calixto Sánchez, Manolete, El Pele, Moraíto Chico, Luis Heredia El Polaco, Paco Cortés y Carmen Linares. El segundo día contó con Tatiana Garrido, Miguel Poveda, Tomatito, Esperanza Fernández, Diego Carrasco, Duquende, Enrique Morente, Lagartija Nick, Eva Yerbabuena, Pepe Habichuela, Ketama y Raimundo Amador. El apoteósico final llegó con un concurrido fin de fiestas por bulerías en el que toda la familia Habichuela se dio cita en el escenario.

Su toque

En Juan Habichuela se conjugaba un conocimiento inmenso del cante flamenco, sólo igualado por muy pocos aficionados de este país, motivo por el cual conocía todos los secretos de los estilos más dispares y desconocidos de la extensa gama de 'palos' jondos. Su pulsación fue descrita por distintos autores como "dulcemente pura". La influencia sacromontana de su formación se manifestaba especialmente en los rasgueos y fue fundamental en su concepción del toque. Su hermano Pepe Habichuela lo explicaba así en una entrevista al flamencólogo granadino Miguel Ángel González "(...) El rasgueo estaba cojo, y llegarón a Madrid él (Juan Habichuela) y Juan Maya Marote y lo cambiaron. Los tocaores y los bailaores alucinaron, porque es un rasgueo titánico. Ese es el tesoro de Juan (...)". En algunas entrevistas, se reconocía deudor de Niño Ricardo, Manolo de Huelva o Juan 'El Ovejilla', si bien su filosofía tocaora era personalísima y brillante, con variaciones ligeras pero directas al corazón del cante, hasta el punto de hacer parecer fácil lo difícil y saber penetrar como muy pocos en los inconmensurables silencios que le daban ese tono tan majestuoso a su toque.

Los arpegios y los trémolos que utilizaba en su toque aportaban una abundante musicalidad a sus falsetas. Está considerado como creador de un sello personal que ha influido en las nuevas generaciones de tocaores actuales.

Sus discos

Su legado discográfico es extenso como acompañante (el más extenso de la historia del flamenco, según voces autorizadas). Como solista dejó obras como Una guitarra en Granada, Campo del Príncipe o De la Zambra al Duende, donde se hace acompañar de nombres como Paco de Lucía, Tomatito, su hermano Pepe Habichuela, Cañizares, Chano Lobato, José Mercé, Rancapino, Montse Cortés o Potito, entre otros.

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