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El Festival de Música y Danza entregará la Medalla de Honor a Juan Alfonso García

  • El compositor celebra sus cincuenta años como organista en la Catedral de Granada

El Consejo Rector del Festival Internacional de Música y Danza de Granada acordó ayer por unanimidad conceder la Medalla de Honor de 2008 al compositor y organista Juan Alfonso García, que celebra además sus 50 años de organista en la Catedral granadina.

En la reunión, celebrada ayer, también aprobó el relevo en la presidencia del Consejo Rector, que pasa a ser ejercida por la recién creada Dirección General de Infraestructuras Culturales de la Junta de Andalucía, en virtud de la rotación prevista en el artículo 10 de los Estatutos del Consorcio, según informó la organización al término del encuentro.

El Consejo Rector hizo además un seguimiento de las actividades del Festival y sus propuestas de futuro y aprobó el convenio con el Patronato de la Alhambra y Generalife, cuya firma se hará pública próximamente.

En la reunión del Consejo Rector estuvieron presentes los representantes de las instituciones que integran el Festival: Marisa Manchado, por el INAEM-Ministerio de Cultura, Juan García Montero y José Mª Guadalupe, por el Ayuntamiento, Asunción Pérez Cotarelo, por la Diputación, Miguel Gómez Oliver, por la Universidad, Mar Villafranca, por el Patronato de la Alhambra, Pedro Benzal, delegado de cultura de la Junta de Andalucía y el director del Festival, Enrique Gámez.

Juan Alfonso García García nació en el año 1935 en Los Santos de Maimona, Badajoz, pero en 1946, a sus once años, su padre, secretario del Juzgado comarcal, fue trasladado al de Íllora y toda la familia se instaló allí. Ese año ingresó en el Seminario para cursar los estudios eclesiásticos.

La obra de Juan Alfonso García es muy abundante, variada en estilos y géneros e instrumentalmente diversificada. Hay en ello una diferencia notable con la producción restringida de su maestro y padre musical, Valentín Ruiz Aznar. Pero le une a él y, progresando en concatenación, con Manuel de Falla, la búsqueda del mejor equilibrio entre el fondo y la forma, la concentración expresiva y la perfecta adecuación al instrumento destinado.

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