crítica cine

Fusión transgénero

TERENCE BLANCHARD

Teatro Isabel la Católica. Jueves, 4 de noviembre. Aforo: lleno (800 personas)

Terence Blanchard no vino ni con actitud complaciente ni con ganas de morderse la lengua, lo cual siempre es de agradecer.

Casi toda su actuación, su torrencial actuación, diríamos, se cimentó sobre los temas de su más reciente trabajo, el álbum Breathless (Blue Note, 2015) que ha firmado con la banda The E-Collective.

Por lo que se vio y por lo que dijo, parece que no va ser un capricho pasajero sino que tiene intención de darle continuidad a un proyecto que estira los límites del jazz hacia sus fronteras con el funk y el rhythm&blues de última generación y hacia el rock de vanguardia, una propuesta de naturaleza progresiva en la que Blanchard se muestra más que cómodo.

En el camino se pierden sus planteamientos más clásicos y su toque se reduce considerablemente, a veces hasta lo episódico, y en concreto en el concierto del viernes por la noche, con una sonoridad deliberadamente distorsionada, más que en disco y volando aún más a ras de suelo, su trompeta, que era el único viento sobre el escenario, redujo su papel al de mero secundario.

El músico parece más interesado en dirigir al resto de intérpretes que en el lucimiento personal, pero, quién se lo puede reprochar cuando trata al público granadino sin indulgencia, con el mismo respeto que al de Chicago o Nueva York, presentando su última propuesta, como si tuviéramos aquí la oportunidad de asistir a cada una de las anteriores.

Así que, efectivamente, nada de actitudes complacientes. En cuanto a lo de no morderse la lengua, valdría el mismo planteamiento, pues aunque evitó los temas de Breathless en los que participa el vocalista PJ Morton (y que nos hizo perdernos los cortes más decididamente soul del álbum, incluida la versión del Compared to What que grabaran Les McCann y Eddie Harris en el Festival de Montreux de 1969), el bueno de Blanchard tuvo el acierto de llevar sampleadas las partes recitadas de JRei Oliver -el alias de Terence Blanchard Jr.- y Dr. Cornel West -uno de los más reconocidos artistas del spoken word y al parecer filósofo de cabecera del trompetista-.

Por su boca habló el músico de Nueva Orleáns. Y por la habilidad de sus correligionarios, The E-Collective, en la que es probablemente la aventura más claramente eléctrica de su amplia trayectoria.

Sensacional Oscar Seaton a la batería, robusto e impecable Donald Ramsey al bajo eléctrico, también magnífico el guitarrista Charles Altura y tan versátil como efectivo el pianista cubano Fabián Almazán, que hasta se marcó unos solos con el sintetizador absolutamente chirriantes, como los que se gastaban Stevie Wonder o Herbie Hancock en los primeros ochenta, cuando descubrieron los juguetitos.

Temas como See Me As I Am, Confident Selflessness, Soldiers, Tom & Jerry, Cosmic Worriors o Everglades, además de un desconocido Dear Jimi, que dedicaron a Jimi Hendrix, sirvieron para dar una lección de dinamismo post-bop e improvisación modal, a través de unas composiciones transgénero que atravesaban su jazz avanzado de R&B espacial, de jazz-funk eléctrico, de ritmos hip hop y de fusión progresiva. En las manos del maestro Terence Blanchard simplemente jazz de altura.

Como premio, rescataron para el bis el tema Talk to Me, incluido en la banda sonora de la película del mismo nombre.

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