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Gerardo Núñez 'desnuda' su guitarra esta noche en el Isabel la Católica

  • El tocaor protagoniza una nueva velada del Festival Música en La Zubia con el único acompañamiento de una percusión

Rarísima avis: un guitarrista sin más acompañamiento que una percusión. Es el concepto musical que Gerardo Núñez lleva esta noche al Teatro Isabel la Católica en un concierto enmarcado en la programación del Festival Música en La Zubia. "Es un espectáculo muy sobrio y haremos temas de todos mis discos", explica el tocaor que, pese a todo, no redondeará el repertorio hasta las pruebas de sonido. "Me gusta ese punto de aventura, de viaje", afirma. "Los guitarristas, a diferencia de los cantaores, defendemos más nuestros discos en directo aunque también depende del festival".

Y pese al prestigio internacional de los guitarristas flamencos, la mayoría de los festivales prescinden de una actuación con una guitarra solista, caso de Flamenco viene del Sur, donde Manolo Sanlúcar aparece en solitario en un ciclo de trece actuaciones. "Es la eterna injusticia", denuncia. "El flamenco tiene tres pilares en los que ha crecido y es precisamente la guitarra la que ha tirado del carro en un momento determinado. Evidentemente hay más bailaores que guitarristas, pero no en la proporción que reflejan los carteles de los festivales".

Pero el concierto no es el único motivo de la estancia del guitarrista flamenco en la ciudad. Estos días está impartiendo un curso de toque a treinta alumnos de distintos procedencias en el Centro Cultural Carlos Cano. "El nivel es bastante alto porque entre los alumnos hay profesores del Conservatorio de Guitarra Flamenca de Córdoba, además de bastantes estudiosos", explica el guitarrista, que admite que sus lecciones son "rápidas y complicadas".

Calificado como "el maestro de la técnica", Núñez afirma que este es el medio "para dominar la expresión, algo necesario para olvidarte de la técnica cuando estás en el escenario". Otro paso es "olvidarse del virtuosismo", de tratar a la guitarra como una 'metralleta' de acordes. "Es algo lógico en los jóvenes porque es la manera de destacar aunque es verdad que la guitarra flamenca no tiene una instrucción académica, por lo que cada guitarrista es un mundo y somos los guitarristas los que tenemos que aprender de manera autodidacta". En este camino, y tras Paco de Lucía -que ensayaba durante cerca de diez horas en su juventud-, parece obligado casi dormir con la guitarra. Núñez suaviza esta exigencia y diceque, más que estar tantas horas, "hay que mantener una disciplina de trabajo".

Además, Gerardo Núñez ha sido pieza fundamental en el último disco del guitarrista granadino Miguel Ochando, Memoria, que ha sido recibido por la crítica como uno de los grandes trabajos del año. De hecho, el disco se grabó en la propia casa de Núñez. "Ochando tiene la ventaja de su devoción por la guitarra, el sonido tan limpio que consigue sacar, su conocimiento de los clásicos como Niño Ricardo", resalta. "El problema es que poca gente se acerca de verdad a Sabikas o Niño Ricardo, lo contrario de Ochando".

Y aunque Núñez se integró en el cuarteto de guitarras Internacional Guitar Night, con Alex Gras, Paolo Bellinati y Briam Gare, no opina que el contacto con el jazz sea, hoy en día, imprescindible en la carrera de un guitarrista. "No hace falta", responde. "Lo que pasa es que los flamencos venimos de la calle y eso nos ha servido para tener una imagen muy atractiva, pero hay que tener en cuenta que hemos pasado de los acordes simples a un mundo de armonía que nos atrae mucho". Y sus armonías han atraído a artistas como Joaquín Sabina, Plácido Domingo, Mecano o Teresa Berganza.

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