DÍA MUNDIAL DE LA FOTOGRAFía

Gerda Taro: historia de una pionera

  • Figura fundamental del fotoperiodismo, se cumplen 80 años de su fallecimiento en la batalla de Brunete, en la Guerra Civil, aplastada por un tanque republicano

Gerda Taro y Robert Capa.

Gerda Taro y Robert Capa. / el día

Trabajó menos de un año como fotógrafa y se conservan apenas 2.000 de las imágenes que tomó, pero Gerda Taro fue una "influencia esencial" para Robert Capa y para el fotoperiodismo en general por su estilo de composición, su sensibilidad y por lo mucho que se acercaba al objeto fotografiado. Este año, más concretamente el 26 de julio, se cumplieron 80 años de su muerte en la batalla de Brunete (Madrid), aplastada por un tanque republicano cuando tenía solo 26 años y estaba llamada a ser uno de los grande nombres del fotoperiodismo. Hoy, a colación de la celebración ayer del Día Mundial de la Fotografía, se la recuerda por su estilo, profesionalidad y valentía.

Y se han necesitado décadas para que su nombre ocupe el lugar que le corresponde en la historia de la fotografía, como reconoce la comisaria del Archivo Robert Capa del Centro Internacional de Fotografía (ICP) de Nueva York, Cynthia Young.

Nacida en Stuttgart en 1910, se trasladó en 1934 a París huyendo de los nazis

Experta en la obra de Taro, para Young los últimos 20 años han sido básicos para redescubrir la obra de la fotógrafa alemana, que había sido básicamente conocida por ser pareja de Capa.

La investigación realizada por Irme Shaber y François Maspero y varias exposiciones sobre su obra han permitido reivindicar la figura de Taro, junto con el descubrimiento de La maleta mexicana (exhibida en la reciente Bienal de Fotografía de Córdoba), que marcó un punto de inflexión en la historia del fotoperiodismo.

Con ese nombre se conoce a tres cajas de cartón que estuvieron desaparecidas durante décadas y que contenían miles de negativos de fotos que Capa, Taro y David Chim Seymour tomaron durante la Guerra Civil española.

"Fue, junto a Capa, una pionera, y el hecho de que fuera una mujer hace su historia aún más extraordinaria", afirma convencida Young.

Nacida como Gerta Pohorylle en Stuttgart (Alemania) en 1910, en el seno de una familia judía polaca de origen gallego, se trasladó en 1934 a París huyendo del creciente antisemitismo impuesto por el régimen de Adolf Hitler. Un año después conoció al fotoperiodista Endre Friedmann, un judío húngaro con quien empezó a trabajar como asistente.

Dos años después la pareja decidió "crear" a Robert Capa, nombre bajo el que empezarían a trabajar conjuntamente hasta que Pohorylle se rebautizó como Gerda Taro, en honor al artista japonés Taro Okamoto.

Con el estallido de la Guerra Civil en España en julio de 1936, decidieron viajar a Barcelona junto con David Chim Seymour. Cubrieron juntos el frente de Aragón y luego se trasladaron a Córdoba.

Aunque durante un breve periodo la pareja publicó sus fotografías bajo la firma conjunta de Capa&Taro, pronto separaron sus imágenes y la que es considerada la primera fotoperiodista de la Historia empezó a firmarlas como Photo Taro.

Unas imágenes que mostraban un gran énfasis en la composición, algo que le obsesionó y por lo que utilizaba una cámara de formato mediano.

"Tenía un gran sentido de la estética y la composición, así como una marcada sensibilidad, algo muy complicado de aplicar a la fotografía de guerra porque eso toma tiempo y en las coberturas de guerra hay que hacer las composiciones muy, muy rápido", explica Young. "Yo creo que quizás Capa la impulsó, la alentó, le dio una cámara y le ayudó con la parte técnica, pero creo también que él aprendió mucho de ella, de cómo comportarse en situaciones muy tensas", señala la experta del ICP.

Capa "vio cómo ella se acercaba mucho al sujeto a fotografiar, solo hay que pensar en la forma en la que murió", resalta Young. Y eso lleva a la famosa máxima del fotógrafo: "Si una foto no es suficientemente buena es porque no estabas suficientemente cerca".

La experta también se pronuncia sobre la famosa foto Muerte de un miliciano, la más emblemática de Capa, y la idea que algunos expertos han sostenido en los últimos años sobre la posibilidad de que en realidad fuera tomada por Taro. "Es imposible de saber, no hay pruebas técnicas que puedan demostrar que la autoría es de Capa, pero ella era muy fuerte y no dijo nada cuando la imagen se publicó, y no creo que quisiera esconderse detrás de él. La idea de que su trabajo fuera firmado por Capa, simplemente no tiene sentido", asegura Young.

Su trabajo se publicó en muchas revistas y con las alrededor de 500 fotografías que se recuperaron en La maleta mexicana se ha podido reunir un fondo de unas 2.000 imágenes que el ICP custodia con esmero y que demuestran el valor y la importancia del trabajo de Taro.

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