Isidro Toro Moyano. Director del Museo Arqueológico y Etnológico

"Si Granada aspira a la capitalidad cultural no puede dejar pasar el tren de los museos"

  • El doctor en Historia lamenta que la pinacoteca no haya abierto en continuo desde hace medio siglo y propone una solución al "parche" de la reapertura: la construcción del Museo de Granada

El director del Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, fotografiado en un café de Plaza Nueva.

El director del Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, fotografiado en un café de Plaza Nueva. / carlos gil

La historia del Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, cuenta su actual director, Isidro Toro Moyano (Archidona, 1956), "está jalonada de traslados y cierres temporales como es el caso del actual" desde su nacimiento hace 139 años. Uno comprende mejor esta afirmación cuando visita la exposición en Casa de los Tiros sobre el centenario de la adquisición de la Casa de Castril, donde se instaló la pinacoteca en 1923 con Antonio Gallego Burín como director. "El espacio no permitía una ordenación cronológica que facilitara la didáctica de la muestra permanente y las deficiencias desde el punto de vista de la conservación edilicia también resultaban evidentes. Había sido una elección desafortunada", cuenta Toro en un artículo académico. Tanto que el museo lleva cerrado camino de los ochos años por problemas en la estructura del edificio. La solución a este problema, la reapertura parcial con la presentación de una selecta colección de sus fondos en las tres salas de planta baja, no deja ser "un parche", "un paso provisional", reconoce el doctor en Prehistoria y Arqueología, que piensa que "independientemente del color de las administraciones, tenemos que ponernos todos a una con el horizonte de la capitalidad cultural europea". "Si perdemos el tren de los museos se nos va el siglo XXI", sentencia.

-¿Cuál ha sido su trabajo en los últimos cinco años en el Museo Arqueológico?

-La pregunta es muy interesante. Los museos tienen una función, prioritaria, fundamental, la más vistosa digamos, que es presentar sus colecciones al público. Pero una pinacoteca también tiene que investigar, restaurar sus propios fondos, organizar exposiciones temporales y programar actividades tipo Pieza del mes. Otra de las cosas más importantes tiene que ver con los préstamos de obras y la participación en los circuitos de exposiciones. Las piezas de Almuñécar han estado en el Metropolitan de Nueva York y en el Instituto del Mundo Árabe de París. Este año hemos tenido piezas nuestras repartidas en el Hospital Real, la Alhambra, la Catedral de Toledo, la Catedral de Córdoba y el Museo Arqueológico Nacional, en concreto en la muestra con motivo del 150º aniversario de su apertura. También hemos tenido obras en el Louvre. Eso demuestra la riqueza e importancia de los fondos de este museo. Aunque la pinacoteca ha estado cerrada al público -señala la fecha con ahínco-, nuestra actividad no ha cesado. El gabinete de restauración ha seguido reparando las piezas para mantenerlas. Ahora estamos preparando las piezas con las que se contará en la reapertura. Están siendo objeto de un programa específico de restauración. También hemos estado recibiendo investigadores. La investigación no para.

-¿Imagino que vendrán investigadores de todo el mundo, no, además de los propios de la UGR?

-Sí, sí. Pero también investigadores consolidados. Doctores, catedráticos. La demanda es bastante alta por los fondos. Es una colección grande -más de 35.000 piezas registradas- y especial. Va desde los orígenes del poblamiento humano en Europa hasta la conquista cristiana aquí.

-¿Si me tuviera que comparar esta pinacoteca con otra en España, cuál diría?

-Es la más completa. Almería tiene mucho de los Millares, pero en otras culturas va justito. Málaga se enfoca al mundo fenicio. Si te vas a Sevilla es tema de romano. En Córdoba igual. Es tema de romano y algo de islámico. El Museo de Sevilla está fundado en base a los hallazgos de Itálica. En Cádiz te vas a los retos fenicios, a los sarcófagos antropomorfos. No tienen una visión histórica larga. Nosotros tenemos desde los restos de Orce a restos de neandertales de la Cueva de la Carigüela de Píñar, pasando por la cerámica de los poblados de la Galera -en Huéscar-, la colección de vasos egipcios con jeroglíficos, y muchísimos objetos relacionados con las necrópolis de Almuñécar, que son únicos en el mundo.

-Comentaba en un artículo académico titulado 'El Museo Arqueológico de Granada: pasado, presente y futuro' que los 139 años de historia de la pinacoteca "están jalonados de traslados y cierres temporales como es el actual". Es una pena...

-Es una cosa tristísima. Realmente el museo no ha abierto en continuo desde hace 60 años. (Silencio). El museo no iba solo. Iba desde Santo Domingo a los bajos del Ayuntamiento, la casa de la calle Varela, con la Academia de Bellas Artes, la Comisión de Monumentos, la Sociedad Económica de Amigos del País, el Museo de Bellas Artes. Hasta se les ocurrieron hacer la primera escuela de flamenco en la pinacoteca, que era como una especie de casa de la cultura en ese momento. Pero no, el museo no se ha visto entero desde hace más de medio siglo.

-¿Qué ocurre? ¿Desprecio, ignorancia, falta de unos fondos económicos potentes?

-Creo que Granada nunca ha asumido el tema de los museos. No hablo del Arqueológico. El Museo de Bellas Artes en la Alhambra no es el sitio. Los fondos del Bellas Artes merece un museo en la ciudad donde exponer todos sus fondos.

-En el artículo que he citado proponía una unificación de todos las pinacotecas granadinas en un solo espacio, algo al estilo del Museo de Málaga. ¿No le parece una locura?

-No hay derecho a que las colecciones que tiene la Diputación, la UGR y el Ayuntamiento, entre otras instituciones, no estén al alcance de la ciudadanía. Hay que romper ya el esquema de los museos de la Junta, los museos municipales. Todas las instituciones, y más en el horizonte de la capitalidad cultural europea 2031, se tiene que poner todas a una. Además, es que el tema está en que no necesitamos museos franquicia. Tenemos patrimonio. En Granada, lamentablemente, nunca ha habido ese orgullo, esa lucha por lo suyo. Curiosamente, en contraste con eso, resulta que los padres de la Arqueología y de la Historia de España son de Granada: Gómez-Moreno padre e hijo, el catedrático Manuel de Góngora, que escribió el primer libro de Antigüedades prehistóricas. Su colección la vendió al museo, parte de ella son las alpargatas de esparto de la Cueva de los Murciélagos. Todo eso no se reflejaba en unas infraestructuras fuertes que permitieran darle a Granada aparte del prestigio académico, ese prestigio patrimonial.

-La Casa de Castril, de la que se cumplieron 100 años de su venta el año pasado, no ha parado de dar problemas. De hecho, el museo está cerrado por problemas en la estructura del edificio. ¿No se han planteado que gastarse presupuesto en rehabilitar parcialmente el espacio es un parche?

-Sí. O se hace un museo al estilo de Málaga, que unifique todas las colecciones, o mantener separados el de Bellas Artes y el Arqueológicos, pero en otro entorno. Un museo debe tener espacio para muestras temporales, unos buenos y modernos almacenes, talleres de restauración, despachos y zonas de investigación. Tienes que tener salas para los talleres didácticos. Granada tiene que ser valiente y solucionar sus problemas, que hasta ahora no ha resuelto. Siempre ha faltado el debate del museo de Granada. La autoridad política y la académica nunca han querido entrar en ese debate.

-¿Cuál cree que es la causa, la condición del granadino con la boca chica?

-Creo que el ser granadino influye mucho en esto. (Ríe). Granada siempre ha estado orgullosa de su Alhambra, y Granada es algo más que este conjunto monumental con todos mis respetos.

-En Fitur no se habla de los museos...

-La Casa de los Tiros sería un gran museo si se planteara como el museo de historia de Granada trayendo piezas de los fondos del Ayuntamiento. El problema no es el Arqueológico. El problema son los museos.

-Otro tema importante, que se han preguntado mucho gente, es el de la accesibilidad.

-Ese es el problema que tiene los edificios históricos. La accesibilidad la puedes solucionar en vertical con un ascensor montacargas, pero ¿y la evacuación en caso de cualquier emergencia, ya sea natural, un incendio, o sea un bombazo terrorista? ¿Por dónde sacas a la gente? ¿Cómo evacuas en un sitio como éste? Además, no hay metros. Hemos hecho las cuentas. Con menos de 10.000 metros cuadrados no se puede hacer un museo. Un museo del siglo XXI necesita más metros. ¿Y cuál es la inversión? La inversión es la que es.

-Mínima...

-Con el pastón se han gastado con el Museo Íbero de Jaén, que se acaba de inaugurar, ya sabemos que este museo por lo menos necesita una inversión entre 10 y 15 millones de euros. Y aquí se ha invertido escasamente 700.000 euros. Son parches, no es la solución. Si Granada aspira a ser capital cultural europea en 2031 no puede dejar pasar el tren de los museos.

-¿Es la falta de presupuesto constantemente la que impide que la ciudadanía granadina disfrute del patrimonio de esta ciudad?

-Es falta de una planificación. Las administraciones tiene que preguntarse cuáles son nuestros recursos y cómo los ponemos en valor. Lo primero que tienen que hacer es realizar un libro blanco de recursos culturales, tanto materiales como inmateriales, de esta ciudad.

-Usted estaría hablando de una estrategia a largo plazo. Aquí parece que las decisiones se toman desde una perspectiva cortoplacista.

-De corto nada, inmediato. Aquí se hacen las cosas a salto mata, tal como vienen las cosas se intentan solucionar.

-Hablando de piezas y del patrimonio de esta pinacoteca. ¿El público podrá ver los mosaicos romanos de los Mondragones?

-Eso está todavía restaurándose, pero se podrá ver uno: el mejor.

-¿El proyecto museográfico lo presentarán en breve, no? Se supone que estaría listo para mediados de enero. O sea, ya.

-Se está ejecutando. Se encargó, se contrató a una empresa bastante buena y están en ello. Va a ser una selección muy selecta de piezas, que ronda las 115. Estarán las masterpieces. Desde el diente del niño de Orce, a los ídolos de Cúllar Baza, a la Estela de Fonelas, a restos de las necrópolis fenicias de Almuñécar, el togado de Periate.

-¿Se podrá ver algo nuevo?

-Es una exposición temporal, que tiene vocación de estar ocho o diez años, el tiempo para hacer un proyecto museográfico donde se resuelva el debate del Museo Arqueológico o de los museos. Es una cuestión con vocación temporal. ¿Qué pones? Lo mejor. El Prado tira del Bosco, de Velázquez. O Murillo en Sevilla. Nuevos hallazgos será cosa de la museografía del futuro. Se incorporarán piezas nuevas como el mosaico de los Mondragones y algo más...

-¿Qué papel ha jugado la plataforma Arqueológico YA?

-Les tengo mucho aprecio. Fue una excelente iniciativa. No puedo negar que contribuyó a que las administraciones salieran de ese ensimismamiento y se pusieran las pilas. Ellos han colaborado mucho. Que se hicieran la serie de conferencias en el Cuarto Real de Santo Domingo y la pieza del mes fue cosa suya. Ellos me contaron hace tiempo que querían constituirse como asociación de amigos. Es bueno que exista una asociación de voluntarios. Ellos como asociación pueden pedir vías de financiación para la pinacoteca. Pueden ser un complemento al museo para programas de conferencias, de visitas especializadas.

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