El mundo de la música y de las letras quedó ayer profundamente consternado al conocer la noticia del fallecimiento, el pasado jueves, del cantautor Esteban Valdivieso a los 56 años de edad. Valdivieso había sufrido un ataque hace dos semanas y se encontraba hospitalizado, sedado, cuando le sobrevino la muerte. El funeral se celebrará hoy, a las 10.30 horas, en el Cementerio de San José.

"Ha sido un amigo de siempre", comentaba ayer el poeta Juan de Loxa, impulsor de lo que vino a conocerse como Manifiesto Canción del Sur en el que Valdivieso era uno de sus grandes exponente. "Era un hombre enamorado de la música y la poesía, a la que se había entregado sin pausa. Una vez que ha pasado el golpe y la sorpresa, sabemos que sus canciones van a seguir hablándonos con mucha ternura y también le hablarán a su hijo".

Esteban Valdivieso era uno de los grandes referentes de la canción de autor en Granada junto a otros amigos suyos como Carlos Cano, Antonio Mata, Enrique Moratalla o Raúl Alcover. Discos como Aynadamar, Mar adentro, Fumar en Berlín o Poetas de todas las Al-Ándalus quedan como testimonio de la obra de este músico que, durante un tiempo, fue también director del Centro de Documentación Musical de Andalucía. Valdivieso le puso voz a los versos de García Lorca, Machado, Juan Ramón Jiménez, Elena Martín Vivaldi o Javier Egea.

"La verdad es que te quedas descuadrado", señalaba Enrique Moratalla. "Un hombre que ni fumaba, ni bebía, que hacía deporte... Yo estaba informado de su estado por mi hermano [el neurocirujano y ex alcalde de Granada José Moratalla] y sabía que su estado era irreversible. Pero no imaginaba un desenlace tan rápido. Te quedas con un sentimiento... Era una persona a la que conocía desde hacía muchos años. Me he quedado con un sentimiento de vacío, como si me cortaran el cordón umbilical. Es doloroso, muy doloroso."

"Yo de Esteban sólo tengo cosas buenas que decir", comentaba por su lado otro cantautor, Raúl Alcover. "Él empezó tocando conmigo antes de mi primer disco. Ha hecho cosas muy bonitas en la música. Siempre fue buena gente. Y con él, esa expresión es absolutamente cierta".

Otro músico, Reynaldo Fernández Manzano, que le precedió y le sucedió en el cargo de director del Centro de Documentación Musical, se encontraba también afectado. "Era un magnífico cantautor, un poeta, una persona de gran sensibilidad. Se hacía querer con su carácter abierto. No le puedo creer en una persona tan sana como él".

"Era un amigo muy querido", decía por su lado el poeta Álvaro Salvador, "una persona estupenda. En Granada, en su terreno, fue alguien muy importante, muy relevante en Manifiesto Canción del Sur. Siempre tuvo un contacto muy estrecho con la poesía. Creo que fue una persona fundamental en la renovación de la Granada de los años setenta. Personalmente, era una joya. Su muerte ha sido algo inesperado por lo brutal y rápido..."