La segunda noche del Festival Internacional Jazz en el Lago de 2015 perdía hace un par de semanas su carácter internacional debido a la cancelación por causa de fuerza mayor del concierto previsto por el guitarrista Stanley Jordan al frente del grupo Nettwork. Una mala noticia para los aficionados y una ausencia que sin embargo el demostrado buen hacer de la Big Band de Atarfe tratará de contrarrestar con una propuesta que supone toda una celebración de la mejor música negra, el mejor rhythm&blues y el mejor soul. La espléndida labor de esta Big Band dirigida por Roberto Nieto ha quedado plasmada en las excelentes actuaciones que han llevado a cabo en anteriores ediciones acompañando a diferentes músicos, y es ya una tradición que ponga el colofón a dos noches del mejor jazz en el singular paraje de la Ermita de los Tres Juanes. En esta ocasión contará con la presencia de dos invitados de contrastadas facultades vocales para rendir homenaje a los ilustres repertorios de dos de las figuras capitales del soul, el genio Ray Charles y el portento vocal de Aretha Franklin. El primero de ellos fue un pionero del género con su sensacional mezcla, clásica tras él, pero audaz cuando comenzó a practicarla en su Georgia natal, del gospel y el blues; la segunda, la reina indiscutible del canon soul de los sesenta.

Para encarnar las voces de esos dos gigantes la Big Band de Atarfe ha preparado una selección de sus mejores temas con dos cantantes, dos voces muy especiales que corresponden a los dos granadinos que han participado en la pasada edición del programa televisivo La Voz: Sandra Morales y Damon Matthew Robinson. Dos registros de categoría que además de su participación en el concurso de televisión comparten también su paso por Funkdación, una de las más sólidas formaciones dedicadas a la música negra del país, y referente del funk, el soul y el acid-jazz en Granada desde hace años. Durante varios de ellos, Damon Robinson fue la ardorosa cara visible de la formación hasta que decidió emprender una carrera en solitario. Y fue precisamente Sandra Morales la que vino a cubrir la vacante de vocalista que dejó.

-Damon, ¿qué valoración puede hacer de su experiencia televisiva ahora que ha terminado y las aguas parecen haber vuelto a su cauce?

-Aprendí mucho estando en el concurso, sobretodo aprendí cómo prepararme ante situaciones de mucho estrés. La televisión es muy exigente e inmediata, no es como un concierto donde estás en contacto directo con el público, no sabes quién te está viendo y es bastante fría. Aunque debo decir que te cuidan de una forma especial y con una producción impecable.

-Y sobre el programa en particular, ¿Qué puede contar?

-La Voz es un programa de entretenimiento y no deja de ser televisión. Hay una parte que es de verdad y otra parte que está directamente marcada por la audiencia, que es lo que realmente importa a todas las cadenas. Siempre durarán más tiempo en el programa los concursantes que consigan más audiencia, independientemente de si son los mejores o no…

-Damon Robinson nació en la soleada California pero los vaivenes de la vida y del amor le llevaron a establecer su residencia en Guadix. Después de su paso por el programa, ¿qué tal ha ido el regreso?

-La verdad es que no ha habido ningún cambio importante ni significativo en mi día a día. Mi vida sigue como siempre. En Guadix, donde vivo, la gente respeta mi vida privada, a sabiendas de que hubo un vuelco total conmigo durante el programa. Desde la distancia me siguen apoyando con cada cosa que hago y me animan a seguir consiguiendo objetivos.

-Podríamos decir que ha encontrado su particular Caledonia allí y para ello ha acuñado la expresión 'Guadifornia'...

-Guadifornia es un lugar para soñadores, luchadores, currantes, amantes de la cultura, la música, el arte, la familia y las amistades. Da igual donde naciste. Es la fusión de mi Guadix con mi California donde cabe todo lo demás.

-Después de su enriquecedora experiencia con Funkdación y su coqueteo con el estrellato en La Voz, afronta su primer álbum en solitario, que se llamará Seasons of Love. ¿Qué puede comentar de este trabajo?

-Seasons of Love era un reto personal para mí y para mi productor, Cheluis Salmerón. Queríamos hacer un disco de calidad con músicos de calidad, y si todos eran españoles, mejor.